La reflexología podal es una técnica de masaje de ciertos puntos reflejos de los pies. Esta técnica está destinada a tratar los desarreglos corporales y psíquicos, y mantener en forma la salud. La idea principal es que las zonas reflejas de los pies están unidas a otras partes del cuerpo.
Masajeando estas zonas, la reflexología podal estimula las partes correspondientes para favorecer el buen funcionamiento y mantener el cuerpo en buena salud.
La reflexología podal es como un tiempo de relajación tumbados sobre la hierba, con los dedos de los pies abiertos en abanico. Hoy en día, la reflexología plantar se ha desarrollado para aplicar las mismas técnicas de presión con las manos, las orejas y el rostro.
Una técnica de masaje para aliviar el dolor
La reflexología es una práctica conocida desde hace milenios en Asia y en Medio Oriente. Pero solamente a comienzos del siglo XX, en los Estados Unidos, un doctor dibuja la primera cartografía podal para diagnosticar mejor y tratar a sus pacientes. Esta nueva técnica se llama entonces “terapia de zona”. El pie está dividido en 10 zonas principales que representan cada órgano o una parte del cuerpo.
El principio es el mismo, un masaje o presión ejercida sobre una de las zonas del pie para aliviar el dolor y favorecer la curación de la zona afectada.
Una terapia de zona cartografiada
La terapia de zona se llama reflexología podal en los años 40. Una enfermera fisioterapeuta añade nuevos puntos reflejos en este mapa plantar. Hoy en día, los mapas de reflexología modernas ofrecen fotos plantares indicando las correspondencias con los órganos internos o las otras partes del cuerpo. La parte derecha del cuerpo está representada por el pie derecho, y el lado izquierdo, por el pie izquierdo.
La reflexología plantar se practica por muchos profesionales de la salud de hoy en día, e incluso por enfermeras especializadas.
La reflexología podal en teoría
Los principios de la reflexología no han sido verdaderamente demostrados científicamente, un poco como ocurre con la acupuntura de la que se inspira. Según la medicina tradicional china, el cuerpo está animado por una energía que circula por los meridianos. Los bloqueos de esta fuerza vital conllevan enfermedades. Por lo tanto es necesario estimular las zonas bloqueadas para desbloquear y favorecer la curación.
Las investigaciones efectuadas sobre esta energía vital, han puesto en evidencia que la estimulación libera efectivamente endorfinas que son analgésicos producidos por el cuerpo.
La reflexología podal en la práctica
Ahora que hemos visto los principios teóricos de la reflexología podal, veamos cómo se desarrolla una sesión. Una sesión de reflexología comienza siempre por un cuestionario con el fin de conocer la historia personal y determinar la naturaleza del tratamiento. Si se sufren migrañas frecuentes, el terapeuta se concentrará en las zonas de los pies, y a veces de las manos, con relación a la cabeza.
El conjunto del pie será tratado y masajeado para distender mejor y colocar al paciente en un estado de bienestar. Esto es exactamente lo que se siente durante una sesión de reflexoterapia podal.
Una de las mayores expectativas de una sesión de reflexología es la relajación. El paciente se siente mucho menos tenso durante la sesión, e incluso ocurre que ciertas personas consigan dormirse. La reflexología podal es una de las más potentes técnicas para relajar y eliminar el estrés, y las tensiones de la vida diaria.