El Pilates es un método de entrenamiento destinado a reforzar el cuerpo, incrementar la flexibilidad, mejorar la coordinación y aumentar la concentración para provocar un sentimiento estable de bienestar.
Esta técnica se basa en la justa postura gracias a la realización de ejercicios precisos. Hablamos de una gimnasia postural que permite tomar conciencia de la importancia fundamental del respeto de las alineaciones corporales, de la respiración, y de una postura equilibrada.
Los tres principios fundamentales
El “Core” o centro abdominal también llamado “Powerhouse” consiste en el refuerzo de los músculos de la cintura abdominal, metiendo el vientre y no tanto empujándolo. Esto conlleva la contracción profunda del suelo pélvico y del músculo transverso también llamado músculo del vientre plano.
El principio de equilibrio permite corregir los desequilibrios de los músculos antagonistas y equilibrar la postura. Concretamente cuando un músculo está más fuerte o tonificado, se constata que el músculo opuesto es por el contrario más débil y estirado. Estos desequilibrios pesan sobre la postura y son responsables de muchos dolores de espalda. A través de ejercicios, se intenta reforzar los músculos demasiado débiles y estirar y alargar los músculos demasiado tensos.
La colocación del cuerpo es fundamental y condiciona la correcta realización de los ejercicios y su eficacia. La atención se centra en el conjunto del cuerpo diferenciando las partes activas y en movimiento, de las partes móviles y estables durante el movimiento, con el fin de minimizar las compensaciones musculares y articulares.
Un deporte saludable
El Pilates es un deporte saludable porque refuerza los músculos, mejora la flexibilidad, estimula la circulación sanguínea y reduce el síndrome de las piernas pesadas y de la celulitis. Igualmente sirve para corregir la mala postura, mejora la conciencia del propio cuerpo, provoca un sentimiento de bienestar y relajación, mejora la confianza en uno mismo, y ayuda a una mayor calidad y fluidez de los movimientos.
La sesión de Pilates
La sesión de Pilates se elabora a partir de ejercicios creados por J.H Pilates, método original y clásico. Se trata de efectuar una serie de movimientos controlados y efectuados en máquinas o en el suelo con un equipamiento específico o sin material.
El método se enseña de forma global para reforzar los principales grupos musculares y específicos, solicitando en profundidad los músculos estabilizadores que son los garantes de la correcta postura.
El trabajo de sinergia de estos dos grupos musculares permite esculpir armoniosamente el cuerpo y obtener un resultado óptimo. El tipo de contracción en excéntrico permite esculpir el cuerpo en longitud y alargar la silueta. Cada sesión dura 45 minutos o una hora en función de la fórmula escogida.
Un deporte para todos
La práctica del Pilates se adapta a todo tipo de personas, independientemente de la edad, de la condición física, del sexo, y de los objetivos:
- Puesta en forma,
- mejora y optimización del entrenamiento para personas deportistas,
- reeducación después de un daño o una operación,
- corrección de una postura con el fin de combatir ciertos dolores,
- prevención de posibles dolores.
Consejos generales
Un entrenamiento ideal consiste en practicar con frecuencia, de una a dos veces por semana, toda una serie de ejercicios de pilates. En el marco de una sesión, se pueden realizar ejercicios específicos para combatir el dolor de espalda, con el fin de reducir esta molestia y aliviar las tensiones.
Existen ejercicios centrados en el refuerzo de los muslos, los abdominales y los glúteos. Durante la sesión, el deportista debe llevar ropa cómoda con la que pueda sentirse a gusto a la hora de realizar todo tipo de movimientos. Después de la sesión, se recomienda darse una ducha para una relajación y mayor confort.