A pesar que es posible prevenir los accidentes en los deportes, ellos forman parte de cada práctica. Por ello, cuando ocurren es necesario actuar de forma inmediata y lo mejor para ello es conocer lo básico de nuestro cuerpo y su biologÃa.
Conociendo un poco acerca de la propia anatomÃa y de los problemas que existen cuando un accidente ocurre como por ejemplo, una fractura o rotura de ligamentos, un desgarro o un esguince para el médico serÃan mucho más sencillos si el deportista pudiese especificar la sensación o el tipo de dolor y donde especÃficamente se siente malestar.
En algunos deportes fuertes como el fútbol o el rugby no debe levantarse al herido hasta que no se hayan tomado algunas medidas de seguridad, ya que puede haber derrames, fracturas o desgarros que se agravarÃan ante un movimiento inadecuado.
El actuar apresuradamente ante una caÃda puede provocar un derrame interno o astillamientos en caso de una fractura. Si cada uno conociese un poco su anatomÃa podrÃa evitar en muchos casos males mayores.
Pasemos ahora a los deportes individuales, aquellos que no tienen contacto con un adversario. Sobre ellos existen una serie de consideraciones que no poseen una realidad médica, cientÃfica ni estadÃstica que las avalen.
Entre ellas, el sostener que las mujeres sufren un menor numero de lesiones, cuando no es asà ya que las mujeres poseen iguales estructuras que los hombres desde el punto de vista de la vulnerabilidad, la única diferencia es que su entrenamiento es distinto al que realizan los hombre y en ocasiones es incompleto.
Por otra parte, la mitad de las lesiones les ocurren a ambos sexos en edades que oscilan entre los 12 y los 20 años y la mayorÃa de estas personas se encuentran en plena época de formación con una edad promedio de 15 años, donde se ven forzadas por entrenadores para obtener buen rendimiento a costa de lesionarse.
Asimismo, existen estudios por medio de los cuales se ha demostrado que a medida que avanza el torneo el número de lesiones también aumenta y esto ocurre porque los entrenamientos no se adecuan a la intensidad que luego exigen los partidos que debe jugar el deportista.
Por ello, en la actualidad el rendimiento deportivo, la prevención de lesiones y accidentes son materias de una dependencia multifactorial, que un sólo profesional, no puede abarcar.