Existen varias lesiones que los deportistas pueden sufrir debido a un sobreentrenamiento, entre ellas la de una estructura que se encuentra en el hombro llamada con un nombre curioso “Manguito Rotador”, de mucha importancia en la vida diaria ya que gracias a ella podemos por ejemplo levantar objetos.
Cuando esta estructura, que se encuentra formada por 3 tendones y 3 músculos, llamados iguales, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor es forzada generalmente esto desencadena en una lesión por sobreentrenamiento deportivo.
Tanto los tendones como los músculos mencionados lo que hacen es cubrir la articulación superior del brazo y tienen como objetivo principal el sostener esa extremidad y darle movimiento al hombro.
Es un complejo de ingeniería natural sumamente sofisticado y que se se encuentra expuesto siempre a un uso excesivo, rupturas repentinas o accidentes que ocasionan inflamación e incluso la ruptura de los tejidos y puede traer problemas de dolores, inmovilidad del brazo y la suspensión de las actividades tanto deportivas como cotidianas.
Normalmente este problema se debe solucionar por medio de una cirugía y según los especialistas es originado casi siempre por un sobreentrenamiento deportivo en personas jóvenes y más precisamente por aquellos que practican tenis o trabajan con pesas. También, puede darse este tipo de lesión de manera espontánea en los ancianos.
El manguito rotador es susceptible de sufrir una ruptura parcial o total de uno de los ligamentos y esto traer aparejado dolor e inmovilidad.
Asimismo, el dolor en esta área es debido a que el tendón supraespinoso sufre una presión anormal y esto puede tener como origen una deformidad de tipo anatómica.
Los médicos han percibido que ciertas prácticas deportivas ocasionan esta lesión, como el levantamiento de pesas cuando se efectúan movimientos que son erróneos y el peso con el cual se trata tiende a irse hacia atrás trayendo como consecuencia una contractura muscular.
Este movimiento inadecuado y hecho de manera forzada es el que produce el desgarramiento o ruptura del manguito rotador.
También los jugadores de tenis están expuestos a este tipo de lesiones y en ese ámbito se la conoce como hombro de tenistas.
Es habitual que los deportes realizados con raqueta tengan el riesgo de sufrir esta lesión y sobre todo por la falta de calentamiento adecuado, algo que obliga a los músculos a trabajar de más cuando se encuentra fríos.
Esta lesión también puede surgir como consecuencia de un accidente automovilístico, la carga de un objeto pesado, etc. y su principal síntoma es el dolor que se produce al tratar de realizar un movimiento. Normalmente el diagnóstico se confirma con una resonancia magnética nuclear.
Si la lesión no produce mucho dolor y no existe un daño importante puede realizarse un tratamiento tradicional, dirigido por un fisioterapeuta y que combina ejercicios suaves para rehabilitar la articulación y la aplicación de calor local para calmar el dolor por medio de ultrasonido o electroestimulación.
Las lesiones graves se solucionan con una intervención quirúrgica o con artroscopia
Normalmente la recuperación es buena en todos los casos.
Sin embargo, los médicos enfatizan el hecho que este tipo de lesiones puede prevenirse con un calentamiento muscular adecuado, que es indispensable en lo que respecta a cuestiones deportivas.
En cuanto a los que se ejercitan con pesas, aconsejan que se cuente con la ayuda de un instructor que indique los pesos a trabajar ya que una práctica errónea puede causar otras lesiones en las articulaciones y hasta la ruptura del tejido de un músculo.