Existe la creencia bastante generalizada que mientras mas se suda mayor es la cantidad de calorÃas quemadas y por tanto mas rápido se pierde peso, por lo que el uso de las fajas para sudar o fundas plásticas contribuye a bajar de peso, pero en realidad eso no es asÃ.
La sudoración es un mecanismo de termoregulación corporal, por lo tanto, el hecho de estar sudando un mayor volumen de fluidos no implica que se este quemando mas grasa, sólo implica que el cuerpo esta haciendo un gran esfuerzo por mantenerse frÃo.
La pérdida de lÃquidos a través del sudor puede dar la idea de que se disminuyen las medidas y el peso corporal, este es un tema que se ha tratado antes en el artÃculo Perder peso sudando y la disminución de volumen que se puede observar es simplemente temporal.
Cuando se ingieren lÃquidos, sea agua o cualquier otra bebida, se recuperan el peso y volumen tal y como se estaba antes.
Por otra parte, el uso de las fajas puede causar daños al organismo y mucho más si se la utiliza durante las horas de ejercitación.
Los principales riesgos que corren las personas que utilizan con frecuencia ese implemento es el daño a los riñones por exceso de deshidratación y deterioro de la piel afectada que puede complicarse por la presencia de hongos.
La desnidratación producida por el uso de estos artilugios puede llegar a ser severa y puede terminar en desmayo, estrés de los músculos y en fuertes dolores de cabeza.
Otra razón para no utilizar las fajas es porque impiden la autorregulación de la temperatura del cuerpo, es decir que la piel no respira y en la zona que está recubierta se genera un tipo de várices y arrugas.
La única forma de mantenerse en el peso ideal y reducir medidas consiste en mantener buenos hábitos de alimentación combinados con la práctica habitual de actividad fÃsica, las alternativas rápidas y fáciles no dan resultado.
El uso de fajas sólo es conveniente cuando lo indica un especialista como complemento de un tratamiento; por ejemplo, después de una cirugÃa o intervención estética como en la liposucción, para que la piel se fije en su sitio con una leve presión.