Si queréis rasuraros la cabeza con una finalidad estética, debéis considerar en primer lugar la forma de la cabeza antes de comprometeros en un proyecto tan drástico. Para ser honestos, hay cabezas afeitadas más bonitas que otras. Para un mejor resultado, la cabeza debe ser simétrica, con cierta redondez por la parte de atrás, desde la parte superior al hueso occipital.
Primera etapa
Una vez tomada la decisión de rasuraros la cabeza, es el momento de llevar a cabo el proyecto. La primera cosa que debéis hacer es cortaros el pelo lo suficientemente corto para que sea fácil de afeitar. Esto implica un corte a ras del cuero cabelludo. Si no podéis cortaros el pelo antes de afeitarlo, el proceso corre el riesgo de ser complicado y largo. Si no tenéis instrumentos para cortaros a ras, utilizad una máquina para recortar la barba.
Debéis cortar a lo largo del cuero cabelludo, en el sentido contrario al crecimiento del pelo. Utilizando una cuchilla que permita el rasurado a ras de piel, no dudéis en contarlo en varias fases para que el pelo no se acumule entre las cuchillas. Si el pelo es demasiado largo, entonces debéis usar unas tijeras para cortar las mechas lo más pequeñas posible. Todo esto os permitirá tener una cabeza limpia antes del rasurado final, y minimizar asà la próxima etapa.
La finalidad es reducir el largo del cabello hasta los 3 milÃmetros, incluso menos. Cuando hayáis terminado, aseguraos que haber cortado todo a ras de piel.
Segunda etapa
La etapa siguiente es muy similar al rasurado de la cara. Primeramente tendréis que suavizar el pelo para afeitarlo con mayor facilidad. Esto se puede hacer más fácilmente humedeciendo una toalla con agua caliente. Después, se elimina el exceso de agua pasando un papel por encima de la cabeza. Se espera algunos minutos para que la cabeza se hidrate bien.
Una vez que la cabeza ha sido suavizada, se aplica una crema o gel, y se espera un momento para que el producto penetre bien en el cuero cabelludo. La crema de afeitar ayuda a lubricar la piel y a prevenir los cortes con la cuchilla. Finalmente, es el momento de comenzar el rasurado.