Considerado como la madre de las Artes Marciales el Jiu-Jitsu es una de las más antiguas formas de lucha, remontándose sus orígenes a más de dos mil años en la India, tiempos en los que los indios se vieron en la necesidad de crear un método de defensa personal ante los continuos asaltos que sufrían por parte de las tribus mongoles.
El método fue desarrollado bajo un interesante concepto de «El principio de la palanca contra la fuerza de los adversarios«. Un arte que llegaría más tarde a China y luego a Okinawa y Japón donde fue adoptado por las clases guerreras.
Nadie puede dudar que el Jiu-Jitsu se haya convertido en la vedette de las artes marciales en la actualidad occidental, ya que podemos considerar esta modalidad, como la antecesora a MMA de la UFC.
Y cuando hablamos de un arte de origen nipona no podemos dejar de sobresaltar la escuela brasilera de la familia Gracie.
La técnicas de esta escuela prácticamente se han implantado, no solo en los practicantes de MMA, sino que también son usadas en la capacitación de las fuerzas de seguridad de varios países y en entrenamientos militares.
En algunos aspectos se complementan muy bien con las técnicas del Krav Maga de origen israelí, que durante mucho tiempo fue la base y fundamento de las tropas de elite.
Entre sus diversos recursos ofensivos el Jiu-Jitsu emplea técnicas de estrangulación, las que se usan casi en su totalidad en suelo con la finalidad de finalizar el combate por pérdida de conciencia.
Esto se produce por que al comprimir con los brazos las arterias que irrigan el cerebro, principalmente las yugulares, el desmayo se produce en segundos, sin ninguna consecuencia para la víctima, ya que es cuanto se suelta la compresión y las arterias por su propia elasticidad retornan el flujo sanguíneo, en menos de un minuto se recobra el estado de conciencia.
Este recurso de estrangulamiento es más efectivo que las técnicas de asfixia, que se hacen a la altura de la tráquea, pero que un atleta bien entrena do puede resistir sin mayores inconvenientes, hasta más de un minuto y medio sin respirar, por lo que torna poco efectivo este recurso.
Otra ventaja del estrangulamiento es su fácil y rápido aprendizaje, por sobre todas las cosas a nivel competitivo su inocuidad.
Hoy en día la práctica de Jiu-Jitsu es materia obligatoria en todos los atletas que compiten a “contacto pleno” con la riqueza técnica de combinar técnicas de distancia y de suelo.