El aquarunning es un ejercicio aeróbico excelente para mantenerse en forma. No olvidemos que el running suele ser un deporte que provoca traumas y daños en las articulaciones y en la espalda. Cuando hace mucho calor, los expertos recomiendan evitar practicar deporte en el exterior. Refrescarse en una piscina y entrenarse en el agua puede ser la alternativa perfecta.
El trabajo del corazón
Entrenarse en el agua es un modo eficaz de que el corazón se canse menos rápido que cuando se practican ejercicios sobre tierra. En este caso el corazón late más lento. Además como el efecto refrescante del agua permite que la temperatura corporal no aumente, esto limita el aumento de la frecuencia cardÃaca. En resumen, se mejora la resistencia.
Trabajo muscular
Efectuar movimientos en el agua fuerza a los músculos a trabajar con más intensidad y a tonificarse con mayor rapidez que con un entrenamiento sobre tierra. La razón es sencilla, por cada movimiento efectuado hay que combatir la resistencia generada por el agua. Además, trabajamos todos los músculos de la cintura abdominal, que deben mantenerse en tensión durante toda la sesión.
El trabajo de las piernas
La presión del agua mejora la circulación sanguÃnea y el retorno venoso, actuando contra el efecto de las piernas cansadas. Otra ventaja, cuanto más rápido son los movimientos, mejor es el efecto hidromasaje, aumentando el drenaje linfático y la eliminación de toxinas que ayudan a combatir la piel de naranja y la celulitis.
La pérdida de peso
El desgaste energético en el agua es superior al del ejercicio sobre tierra, gracias a la intensidad de los movimientos y a la temperatura del agua. La resistencia del agua es 12 veces superior a la del aire, por tanto se queman más calorÃas, incluso si tenemos la impresión de movernos menos rápido. Una sesión de 30 minutos puede llegar a quemar 600 calorÃas, lo que equivale a una hora de running sobre suelo firme.
Protección de las articulaciones
En el agua el cuerpo solo pesa un tercio de su peso total, por tanto el impacto es menor, o casi inexistente si corremos con un flotador y sin apoyar los pies en el fondo de la piscina. Hablamos de una actividad ideal en caso de dolores de espalda, problemas de articulación o sobrepeso, puesto que minimiza los riesgos de sufrir lesiones tendinomusculares y articulares.
Mejora la flexibilidad
El hecho de flotar en el agua permite ejecutar movimientos más amplios y mejorar la flexibilidad articular. Se pueden ejecutar movimientos más difÃciles que sobre tierra firme, como levantar la pierna muy alto y luego dirigirla hacia atrás o hacia un lado.
Gracias al efecto drenante del masaje generado por el agua y a los movimientos más suaves y más lentos efectuados contra la resistencia del agua, es difÃcil sufrir agujetas después de una sesión, incluso intensa.
Menor transpiración
Cuando el entrenamiento se efectúa en el agua, la temperatura del cuerpo aumenta menos. Por esta razón, la transpiración es menor que cuando mantenemos los músculos a temperatura ambiente. Igualmente, la deshidratación es menor que cuando se corre fuera del agua. Sin embargo, es importante beber antes, durante y después del ejercicio para mantener la correcta hidratación corporal.
El aquarunning para desarrollar la resistencia
El ejercicio consiste en estar sumergido en una piscina hasta el pecho. Se trata de correr sobre una cinta inclinada compuesta de 308 rodillos. Tras un calentamiento, se encadenan movimientos diferentes con ejercicios de refuerzo muscular a distintas velocidades. Los ejercicios se centran en todo el cuerpo y obligan a tener el vientre contraÃdo para mantener la cadencia, sin perder el equilibrio.
El aquajogging para quemar calorÃas
El aquajogging se practica corriendo en una piscina, manteniendo el cuerpo sumergido hasta el cuello, es decir imitando el movimiento de la carrera en agua profunda con un cinturón de flotación. La sesión comienza por un calentamiento y prosigue con movimientos más o menos rápidos de los brazos y de las piernas, siguiendo una cadencia precisa al ritmo de la música.
El Water Run para unas piernas tonificadas
En una cabina personal, se sumerge el cuerpo hasta la cintura, en agua a 24 grados, mientras que una cinta motorizada rueda bajo los pies a la velocidad escogida. Se puede caminar lentamente, rápidamente o correr durante 30 a 45 minutos. Hablamos de un deporte ideal para trabajar la resistencia sin que sufran las articulaciones. Gracias a los 18 chorros de hidromasaje en activo durante toda la sesión, las piernas salen con menor presión y más ligeras.