Barcelona es una ciudad maravillosa que visitan miles de turistas durante todo el año y La Rambla de Barcelona un paseo inolvidable para disfrutar.
Se trata de un sitio obligado cuando se visita esta bella ciudad, donde según la hora del dÃa o de la noche su paisaje se transforma, cambiando su aspecto, sus tonalidades y hasta la fragancia que puede sentirse en el aire, según sea verano o invierno.
La Rambla de Barcelona un paseo inolvidable caminando por un lugar que conserva casi inalterables sus caracterÃsticas tradicionales guardando sin embargo los detalles que han ido produciéndose a lo largo de su extensa historia, algo que la ha convertido en un paseo tradicional de la ciudad.
Su historia nos remonta a la época en que La Rambla era la única vÃa ancha que existÃa en el centro de la ciudad, siendo en este mismo año la época en que Barcelona elimina el cerco de sus murallas para extenderse más allá de aquello que hoy es el Casco Antiguo.
Por otra parte, hasta comienzos del siglo XVIII la Rambla se distinguÃa por ser un camino bordeado solo de murallas y conventos pero ese paisaje fue cambiando para luego ir transformándose con la construcción de casas precisamente en el sitio donde antes se encontraban las murallas, plantándose árboles y urbanizándose la calle quedando La Rambla convertida en un bello sitio punto obligado de paseo y encuentro en la actualidad.
Este bonito y pintoresco paseo comienza en la parte más alta junto a la plaza de Catalunya finalizando al pie del monumento a Colón, tomando diferentes nombres en su trayecto que la caracterizan, asà hallaremos primero La Rambla de Canaletes, siguiéndole el tramo llamado La Rambla dels Estudis.
Luego y bajando hacia el mar se encuentra la parte denominada La rambla de las Flors, precisamente por ser un sitio donde hasta hoy se venden flores, que además adornan con un hermoso colorida el lugar, siendo también conocida con el nombre de Sant Joseph.
El tramo que le sigue es La Rambla del Centre y por último La Rambla, que se conoce con el nombre de Rambla de Santa Mónica, donde se encuentra la parroquia que le ha dado su nombre y que fuera en el pasado un convento de los Agustinos Descalzos.
La Rambla de Barcelona un paseo inolvidable para disfrutar en esta encantadora ciudad.