Con el mismo nombre que su creador, Joseph Pilates, este método es un sistema de ejercicios físicos que tiene por finalidad equilibrar los músculos del cuerpo. El objetivo es obtener una mejor postura en la vida cotidiana, gracias a un cuerpo desarrollado de forma armoniosa, y teniendo en cuenta la parte importante como es la respiración dentro del bienestar corporal.
Joseph Pilates, un hombre visionario, comprendió en seguida que la salud mental y física estaban relacionadas, y de esta forma creó su primer estudio de entrenamiento en Nueva York para remediar los desequilibrios corporales creados por las malas posturas adoptadas durante la vida cotidiana.
Su método de entrenamiento innova por su acercamiento psíquico que insiste en el hecho de tomar conciencia del cuerpo, de sus desequilibrios y del control posible de estos últimos a través de la voluntad.
Un método original
Basado en ocho principios de base, el método original de Joseph Pilates está formado por 34 movimientos efectuados con ayuda de un aparato llamado el “Reformer”.
Esta máquina de madera imponente se presenta bajo la forma de un marco con una plataforma deslizante, poleas y resortes que permiten ajustar el conjunto a diferentes tensiones regulables.
Los ocho principios del Pilates
La concentración: un control del cuerpo requiere concentración y atención con el fin de percibir los efectos del ejercicio sobre el cuerpo.
La respiración: adoptar una respiración en coordinación con el movimiento con la finalidad de estabilizar la columna vertebral.
El centrado: la central energética del cuerpo es de importante capital para los músculos profundos del centro del cuerpo. En este caso nos referimos a la pelvis, el diafragma, y el transverso del abdomen, cuyo fortalecimiento es fundamental en el método.
El control: un trabajo lento y controlado mejora la toma de conciencia del cuerpo y la capacidad para corregirse a cada instante.
La precisión: elemento clave del método que exige control muscular, conexión mental y práctica, con el fin de mejorar el control, la coordinación y la calidad del movimiento.
Movimientos fluidos: se trata de tomar conciencia de la posición del cuerpo en el espacio y comprender la relación entre el sentido interno del equilibrio y los efectos externos durante un movimiento del cuerpo.
El equilibrio: obtenido gracias a los músculos posturales que permiten una libertad de movimiento y una postura correcta, base de la alineación corporal sin tener que desarrollar una actividad muscular excesiva.
La rutina: los beneficios del método no se pueden obtener más que gracias a una práctica continua. Una mejor postura y una buena forma física no pueden ser adquiridas más que gracias a la constancia.
El Pilates, una gimnasia suave
El entrenamiento de Pilates se presenta bajo la forma de gimnasia suave, sin esfuerzos violentos, y centrándose particularmente en los músculos profundos de la parte baja del tronco. Se trata de relajar los músculos en tensión y sobre todo reforzar los débiles, con el fin de conseguir un mejor equilibrio oral.
El ritmo de la respiración, controlado y adaptado, y la buena alineación de la columna vertebral son primordiales. Hay que tomar conciencia de la función de los músculos y de su control. El trabajo se centra en los músculos profundos, cuyo papel es el mantenimiento de la postura.
Este método tiene como principal objetivo mejorar la postura corporal, y corregir los desequilibrios tales como una mala alineación de la pelvis, un desequilibrio entre los dos hombros, etcétera.
El Pilates hoy en día
El método original suele utilizar un material imponente, costoso, y de gran tamaño. El Pilates que encontramos en los gimnasios y centros de puesta en forma se realiza con un pequeño material, y sin ningún tipo de material. Estas clases suelen ser muy eficaces y seguras, por eso se trata de un método que está al alcance de cualquier deportista.
Ciertamente el Pilates es excelente para todo el mundo, desde las personas sedentarias hasta los deportistas más aguerridos. En realidad se trata de un método de entrenamiento completo que encuentra sitio en todas las rutinas de entrenamiento, donde los beneficios se pueden sentir en todos los gestos y posturas.