La práctica de un deporte es buena para la salud, eso es algo que todo el mundo sabe. Pero cuando esta actividad es demasiado excesiva o que se resiente como una necesidad visceral, como si fuera una droga, la actividad fÃsica deja de ser un aliado del bienestar y pasa a convertirse en un enemigo.
Deporte y salud
Habitualmente se cita como uno de los factores favorables para la salud y el bienestar de una persona: el deporte es a veces cuestionado cuando lejos de ser beneficioso se convierte en un impedimento para la salud. Se habla de práctica a ultranza, o de una necesidad irrefrenable o de incluso de adicción. Este reverso de la moneda se basa en una exagerada consideración del deporte, pensando que todo son beneficios los que aporta a la salud de la persona que lo practica.
De esta manera, con el objetivo de recuperar la forma, de mejorar los rendimientos fÃsicos o de moldear la silueta, hay personas que practican deporte esperando sacar el mayor número de beneficios. Pero hay deporte… y deporte. La actividad deportiva practicada en condiciones adaptadas, es decir donde la frecuencia y la intensidad son conformes a los rendimientos fisiológicos de cada persona, es la que va asociada a una correcta higiene de vida, es decir la que es beneficiosa.
Cuando el deporte deja de ser beneficioso
Cuando la práctica de un deporte se acerca más a la adicción, se practica en exceso y la persona la percibe como una necesidad irresistible, ya no hablamos de beneficios sino del lado dañino para la salud. ¿Cómo es posible que el deporte se convierta en una droga y sea algo nefasto? Son muchas las hipótesis que se dan para responder a esta cuestión, entre las que figura la de un deseo irreprimible de experimentar la sensación de bienestar que genera gracias a la secreción de endorfinas.
La dependencia del deporte encuentra también su explicación en el plano fisiológico. Descubriendo que una actividad deportiva permite tener un cuerpo más estético, y tomar conciencia de las aptitudes fÃsicas, los «adictos» al deporte ven aquà un medio para subir su autoestima. En cuanto a la dependencia, querer practicar deporte, a pesar del dolor, es un signo elocuente de que se trata de una actividad patológica.