La pizza es el plato preferido por grandes y chicos, y aunque no lo creas también puede convertirse en todo un alimento completo por la variedad de ingredientes que lleva.
La pizza al igual que los tacos y la lasagna, se encuentra dentro de comidas que satisfacen varios grupos de nutrientes.
La pizza es un alimento rico en carbohidratos (25,8 gramos/100 gramos), grasa (11,5 gramos/100 gramos) y proteÃna (8,8 gramos/100 gramos). Unos 100 gramos de pizza aportan aproximadamente unas 234 calorÃas y, por tanto, una ración pequeña puede ser apta incluso para dietas de adelgazamiento. Si deseas controlar el colesterol puedes acudir a las pizzas vegetales, con queso descremado y aceite de oliva.
¿Pero cómo hacer de una pizza un alimento más que nutritivo?
Es fácil, a la pizza hecha con queso, jamón y tomate, le puedes añadir hortalizas y frutas del tipo champiñones, alcauciles, pimientos o cenollas. De esta forma estarás cónsumiendo carbohidratos (por la harina), proteÃnas y grasas (por el jamón y el queso), y además fibra, vitaminas y minerales, es decir, todos los nutrientes necesarios para el organismo. Eso sÃ, si deseas para finalizar esta deliciosa y nutritiva pizza puedes incorporarle un chorrito de aceite de oliva.
Los valores nutricionales de la pizza varÃan según los ingredientes que utilicemos, pero siempre son más recomendables aquellas pizzas realizadas de forma casera que las industriales, que tienen un alto contenido de grasa.
En este último caso es muy difÃcil saber qué tipo de grasas se emplearon, incluso a veces hasta se utilizan grasas de origen animal que son malas para nuestro sistema cardiovascular.
Por lo tanto, es más que indispensable preparar la masa en casa con harina, levadura, agua, sal y azúcar. Aunque también se puede comprar las bases ya preparadas, congeladas o de panaderÃa.
Si te encuentras a dieta puedes incorporar una mozzarella light, que en la actualidad se pueden conseguir en todas las pizzerÃas y hamburgueserÃas.