Seguimos con esta miniserie sobre la montaña en tiempo hibernal. En el primer artÃculo hablamos sobre el frÃo como elemento principal a tener en cuenta en nuestras salidas.
Esta vez, me gustarÃa hablarte sobre otros elementos importantes a tener en consideración. Más concretamente, intentaremos cerrar lo que se denomina elementos del paisaje hibernal. Estos son el viento, la niebla y el sol.
Pero antes de entrar en ellos, debemos detenernos en nuestro eterno compañero: el frÃo. PodrÃamos dedicarle un artÃculo entero, y es que debemos recordar que el entrenamiento en invierno es totalmente diferente, y voy más allá, junto con la nieve es el elemento que más determinará nuestra forma de actuar en montaña, a parte de nuestra preparación fÃsica para deportes de invierno.
De hecho, la mayorÃa de muertes hibernales en montaña se producen precisamente por la congelación, y cuántas veces hemos visto a uno de aquello intrépidos alpinistas con los dedos amputados por culpa del frÃo.
La primera consideración esencial es que no hace falta estar a -15 grados centÃgrados para pasar frÃo. Debemos llevar un equipamiento adecuado para no exponernos de forma tonta al frÃo. Cabe entonces vigilar de forma muy considerable, tener las diferentes partes del cuerpo tapadas, y en caso de congelación, encontrar una fuente de calor.
Dejando de lado el frio, nuestro segundo compañero en el ranking es el viento. La mayorÃa de veces es más bien agotador, molesto hasta lÃmites insospechados e insoportable. Para hacernos una idea, en los pirineos podemos llegar a los 100 km/h, y en la Antártida se han registrado incluso vientos a 327 km/h. Pero seamos sinceros, una ligera brisa que nos azote de forma constante, puede provocar una entrada de frÃo constante por alguna zona del cuerpo, y esto a su vez, hacernos perder de forma rápida calor corporal. Mortal.
La niebla, aunque no está siempre presente, es otro elemento a tener en cuenta. Los ingleses lo llaman white out, es básicamente el efecto lumÃnico que tiene la niebla sobre la nieve, y que básicamente hace que no sepamos ni donde estamos ni hacÃa donde vamos. Incluso provoca faltas de equilibrio y mareos. Algo muy peligroso, más si estamos combinando nuestra ascensión con algo de alpinismo.
Para acabar los elementos del paisaje hibernal, citarÃa el sol. Por una parte, el sol hace aparición muchas menos horas, lo que reduce nuestros campos de acción, y además, calienta más bien poco. Pero lo que realmente es importante es su reflejo en la nieve y la niebla, esa radiación, puede resultar el doble de fuerte que a nivel del mar, por lo tanto debemos protegernos incluso en dÃas grises.