Los productos limpiadores son preparados cosméticos destinados a eliminar el polvo, las células muertas, el sudor, el sebo y las marcas de maquillaje. De esta forma quitamos todas las impurezas que se quedan en la superficie de la piel.
Las substancias para la limpieza están concebidas para respetar el pH cutáneo. Utilizados de manera cotidiana, los cuidados desmaquilladores ayudan a mantener el tono natural de la epidermis. Nuestra piel está en contacto directo con los agentes agresores externos.
Al final del dÃa, la acumulación de impurezas sobre el rostro es enorme, y la pelÃcula hidrolipÃdica está dañada. Con el fin de restaurar la pureza y el equilibrio, es necesario lavarse la cara con suavidad, a diario.
La elección entre los diferentes productos de higiene cutánea (jabón graso, jabón lÃquido, pan dermatológico, crema, aceites, gel) debe dar prioridad a aquellos que se adapten mejor a vuestro tipo de piel, a su textura y al modo de utilización del producto.
Las pieles normales tienen el inconveniente de la elección. Todos los productos para la limpieza cutánea son bienvenidos. Jabón, leche limpiadora, agua desmaquilladora, gel o espuma, todas estas fórmulas se adaptan bien a este tipo de piel.
A las pieles grasientas les va muy bien desprenderse de la sensación de grasa que suelen tener durante el dÃa. Las espumas, geles y otras lociones que se quitan con agua son las más apropiadas.
Las pieles secas suelen sufrir por la falta de sebo. Por esta razón, las pieles secas prefieren un jabón graso, o una leche untuosa, rica en activos hidratantes.