Son muchos los deportistas que se ponen debajo de un barra de pesas o sobre aparatos de musculación complejos, sin previo calentamiento. Son bien pocos los deportistas que dedican un mÃnimo de tiempo a calentar, y menos todavÃa al descanso final, con sus estiramientos y momentos de serenidad.
La primera finalidad del calentamiento es la de poner el cuerpo y el espÃritu en las mejores condiciones para realizar el entrenamiento, sin daños, y sobre todo con la mayor eficacia posible.
El cuerpo debe subir hasta una temperatura óptima, asà como aumentar progresivamente la frecuencia cardÃaca hasta una frecuencia de trabajo, acelerando la respiración hasta una frecuencia de ventilación óptima. El cuerpo también debe lubricar las articulaciones, calentar los músculos, y finalmente comprobar el estado general del organismo antes de comenzar a realizar los diferentes ejercicios.
1- Temperatura corporal
Para funcionar lo mejor posible, el cuerpo debe consumir y fabricar energÃa. Para ello, utiliza enzimas que requieren una temperatura corporal superior a la temperatura normal del cuerpo en estado de reposo: 37,2º C de media.
De igual modo, las reacciones quÃmicas que se ponen en activo para la fabricación de energÃa, requieren una preparación previa que conlleva cierto tiempo (el tiempo de puesta en marcha de los procesos energéticos).
2- Ritmo cardÃaco
A lo largo de los ejercicios fÃsicos, los músculos necesitan materia prima para fabricar energÃa y oxÃgeno. Esta materia prima se le lleva a los músculos a través de la sangre, asà como el oxÃgeno. Cuando el esfuerzo del trabajo se hace más intenso, se necesita mayor cantidad de O2 y de azúcar, por lo tanto la sangre deberá circular más rápido. Esto es posible gracias a la aceleración del corazón, consiguiendo asà que se produzca más energÃa a lo largo del entrenamiento fÃsico.