El agua es uno de los elementos más importantes cuando realizamos entrenamientos fÃsicos de cualquier tipo. Nuestro rendimiento hÃdrico puede hacer aumentar o disminuir nuestro rendimiento general en casi un 20%, por ello, beber de forma adecuada y estar perfectamente hidratados es del todo esencial, y más cuando estamos sufriendo altas temperaturas y no podemos renunciar a salir a hacer deporte al aire libre, por cuestiones de horarios o de proximidad.
Las deshidrataciones son portentosas, simplemente actúan en nuestro cuerpo de una forma muy agresiva, los primeros sÃntomas que podemos notar son la fatiga, la sensación de sed muy acusada, una disminución del rendimiento fÃsico o incluso calambres en diferentes partes del cuerpo. Pero si no hacemos nada para remediarlo, incluso podemos llegar a sÃntomas como la lengua agrietada, perdida de elasticidad en la piel, desorientación, inconsciencia, etc.
Por ello, debemos estar perfectamente hidratados, pero aún esta advertencia, de la que todos en mayor o menor medida somos conscientes, se nos pueden presentar algunas dudas respecto a cómo es la mejor manera de ingerir lÃquidos:
- Agua en pequeñas cantidades. Es del todo esencial, si vamos dando pequeños sorbos conseguiremos que no haya posible sensación de deshidratación y nuestro rendimiento se mantendrá.
- Agua al torno de los 15 grados. Beber agua muy frÃa o caliente también puede acarrear problemas serios, por ello, debemos vigilar la temperatura, si el agua está muy frÃa, mantenla en la boca hasta que se enfrÃe un poco, y entonces traga.
- Cualquier corriente de agua no es buena. Más para montañeros, debemos vigilar los torrentes de agua, puede ser interesante conocer su origen y de donde proviene el agua, ya que pueden llevar todo tipo de heces o de elementos que hayan lanzado humanos más arriba.
- El riesgo de la hiper-hidratación. Es evidente que beber demasiado también es contraproducente, a parte de los tradicionales flatos, pueden también hacernos más lentos y sentirnos pesados.