El culturismo es una disciplina que utiliza las técnicas de musculación para definir la silueta. Se distingue claramente de las prácticas del fitness, de la natación o de la gimnasia sueca, porque busca primeramente la dimensión estética y no tanto el bienestar y el rendimiento físico.

La hipertrofia se produce a través de ciertos procesos hormonales que el cuerpo es capaz de asimilar con ayuda de estímulos suplementarios. Realizan la síntesis de proteínas presentes en el organismo además de una estimulación física adecuada.

Definición y principio del culturismo

El primer objetivo de los culturistas es el de desarrollar la masa muscular. Estos deportistas buscan continuamente la hipertrofia muscular. Para los culturistas, la musculación es el método principal de entrenamiento.

Los culturistas exponen con frecuencia el fruto de su trabajo, es decir un cuerpo muy desarrollado en competiciones donde se someten a la valoración de un jurado. Estas competiciones no tienen nada de comparable con las competiciones de halterofilia que pretenden evaluar la fuerza de los atletas.

Musculación

El culturismo es una disciplina que data desde el siglo XIX, nacida bajo el impulso del alemán Eugen Sandow. Las primeras competiciones se desarrollaron en los años 1920. Ciertamente, la disciplina se popularizó mucho con el actor Arnold Schwarzenegger.

Las técnicas del culturismo

Para favorecer el desarrollo muscular, los culturistas establecen programas de musculación que incluyen ejercicios, combinados con un régimen de musculación. Para aumentar la masa, es necesario realizar series de repeticiones con cargas progresivas. El calentamiento y el respeto de los periodos de recuperación son dos elementos primordiales a la hora de obtener músculos bien desarrollados.

Un buen culturista es alguien que sabe gestionar su ritmo de trabajo. Se trata de un deportista que está a la escucha de su cuerpo, evitando riesgos innecesarios y sobre todo evitando caer en un sobre entrenamiento.

La alimentación

La alimentación es fundamental, puesto que es la vía que aporta los nutrientes y, de forma particular, las proteínas necesarias para la construcción del músculo. De esta forma, frente a un hombre con una actividad deportiva normal, el culturista debe consumir de dos a tres veces más fuentes de proteínas: carne, huevos, pescado, soja, etcétera.

Para los culturistas, la fase de secado es muy importante, puesto que es la que permite hacer visibles los músculos que han aumentado de volumen. Este periodo puede durar varias semanas e incluso meses.

La hipertrofia muscular es uno de los objetivos de la musculación, y también es un efecto secundario del desarrollo muscular, como la congestión muscular.

La evolución de la masa muscular

Normalmente, los ejercicios de musculación pueden provocar la pérdida de varios kilos. Se trata de grasa acumulada. El objetivo de un culturista es impedir que los músculos pierdan masa, puesto que el impacto psicológico puede ser muy negativo.

La ausencia de hipertrofia muscular se suele imputar a ejercicios demasiado prolongados y muy exigentes que terminan por trabajar las fibras musculares para la resistencia.

La resistencia muscular se manifiesta durante un esfuerzo que pretende levantar una carga de forma repetida sin cansancio. Entrenarse para aumentar la resistencia tiene muchos beneficios, no solo para los atletas, sino también para la salud diaria.

El deportista que practica musculación debe buscar la congestión muscular para permitir a los bíceps, a los pectorales, y a los abdominales aumentar de tamaño.

El deportista debe medir los progresos para seguir correctamente la evolución de su silueta. Es importante tomar las medidas en frío, por la mañana, dos o tres días después de la última sesión de musculación.

Efectivamente, después de los ejercicios de musculación, los músculos están congestionados o vacíos, y las medidas quedarían falseadas. Siempre hay que medir los músculos a la misma hora del día, y en condiciones comparables.