Los desarreglos de la transpiración abundante provienen de la hiperestimulación de las glándulas sudorÃparas, en particular de las glándulas ecrinas. Estas glándulas están presentes en las axilas, las palmas de las manos y la planta de los pies, y estas últimas garantizan la termorregulación del cuerpo.
Las glándulas apocrinas son las responsables de los malos olores; y éstas se encuentran exclusivamente debajo de las axilas. Para hacer frente a estos desarreglos o a los excesos de nuestro metabolismo, una buena higiene corporal se impone. Las duchas frecuentes y llevar una ropa limpia os permitirán ir frescos y aseados en todo momento.
La elección del desodorante
Los desodorantes están concebidos para encubrir el olor de la transpiración, mientras que los antitranspirantes limitan la secreción del sudor. Sin embargo, en lenguaje corriente, los desodorantes reagrupan bajo el mismo nombre estos dos tipos de acciones: en efecto, la mayorÃa de los desodorantes de hoy en dÃa tienen activos antitranspirantes a base de sales de aluminio.
Siempre se debe comprobar la composición del producto. Para evitar las molestas marcas de debajo del brazo, lo ideal es utilizar un desodorante con propiedades antitranspirantes.
Spray, stick o gel
Los sticks y los geles permiten tener una concentración mayor de sales de aluminio que los sprays, y consiguen detener localmente la segregación de sudor. Su modo de aplicación evita cualquier pérdida del producto.
Por esta razón, lo ideal para aquellas personas que tienen problemas de transpiración intensa es que utilicen un stick o un gel antes que un spray. En todo caso, hay que reconocer que la ventaja de los sprays es que producen una mayor sensación de frescor.