En esta nota vamos a hacer referencia a qué relación existe entre los alimentos que consumimos y nuestros estados de ánimo.
En ocasiones comer determinados alimentos que nos gustan nos pueden relajar y satisfacer, pero hay otras en que comer aquello que tanto nos gusta puede provocarnos sentimientos de culpa.
Entonces la gran pregunta es cómo reducir los efectos negativos e incrementar los efectos positivos de la comida en nuestro estado de ánimo.
Muchas investigaciones han demostrado que comer aquellos alimentos que nos gustan puede estimular la liberación de endorfinas, que son aquellas que mejoran nuestro humor.
Asimismo la preferencia por una comida determinada también depende del hambre que poseamos, las experiencias previas con ese alimento y las circunstancias sociales en las que se consume.
Los antojos, por su parte, son impulsos por comer alimentos concretos, que son muy comunes en la sociedad. De esta forma tanto los hombres como las mujeres relacionan los antojos con emociones distintas.
Los hombres los vinculan con la necesidad de comer cuando se tiene hambre, mientras que las mujeres los relacionan con el aburrimiento o el estrés. A esto hay que añadir el sentimiento de culpa y remordimiento que tienen las mujeres cuando comen un alimento deseado.
El sueño es alguno de los efectos que pueden provocar los hidratos de carbono por ejemplo, es la conclusión de algunos estudiosos del tema. Sin embargo, hay otros especialistas que creen que cada persona reacciona de forma distinta a estos nutrientes como ocurre con la cafeÃna.
Para concluir es importante olvidarnos de los sentimientos de culpa que se vinculan con la alimentación. ¿Cómo conseguirlo?
Desarrollando una sana relación con la comida y hábitos alimentarios saludables. Esto es sinónimo de encontrar el equilibrio entre aquellas comidas que nos gustan y aquellas que nos hacen bien al organismo.