Las primeras canas pueden aparecer con cualquier edad. Así es, nadie es igual ante la madre Naturaleza y el patrimonio genético cuenta bastante en cada caso. Generalmente, basta con fijarse en el pelo de los padres o de los abuelos para hacerse una idea de lo que nos espera.
La coloración es un acto corriente en las mujeres, pero sigue siendo tabú entre los hombres. Sin embargo, el mercado de la coloración capilar para hombres existe y cada vez está tomando más importancia. Resultado, cada vez son más los hombres que se deciden a teñirse el pelo, y cubrir las canas que les van saliendo.
Los resultados no son todos iguales, y la búsqueda de la coloración “natural” sigue siendo una utopía. No obstante, existen soluciones que están al alcance de muchos hombres.
La coloración en casa
En un primer momento, lo más difícil va a ser determinar el color natural. Castaño claro, castaño oscuro, marrón, negro… Para comenzar, siempre es preferible elegir un color más claro que vuestro color natural. A la inversa, los resultados pueden resultar poco estéticos, o incluso catastróficos.
La aplicación es muy fácil, y sobretodo rápida, generalmente en cinco minutos. Debéis tener cuidado con no poner mucho producto sobre la cara, y las orejas, puesto que después tendréis que frotar bastante para eliminar las manchas de color.
Al cabo de dos semanas, con una coloración hecha en casa, el cabello blanco que ha sido teñido se va haciendo más claro. Resultado, en los que tienen el pelo marrón y castaño oscuro, el cabello puede tornarse naranja. Y de ahí, adiós al efecto natural.
No obstante existen dos soluciones para prolongar el efecto del tinte: distanciar los tiempos de lavado del cabello, y no exponerlos al sol. En cualquier caso, si no confiamos demasiado en nosotros mismos, y es la primera vez que nos teñimos el pelo, conviene acudir a un centro de estética, donde podemos estar seguros de que las manos de un profesional harán su trabajo correctamente.