El Kung-Fu nació, según cuenta la historia, en el Templo Shaolin, y quien le dio vida a los primeros movimientos fue Bodhidarma, un monje que viajo desde India hacia China. Este monje se dio cuenta que los que practicaban Budismo solían quedarse dormidos durante las sesiones de meditación, ya que eran muchas horas las que debían estar quietos y sin hablar.
Por ello se le ocurrió diseñar unos movimientos para fortalecerlos y así, los mismos monjes comenzaron a defenderse de diversos agresores imitando movimientos de ataque y defensa de diferentes animales. Por ello, en el Kung-Fu existen ejercicios que imitan la fuerza del tigre, la suavidad de una grulla y los golpes que imitan a los pequeños saltamontes.
Con el pasar del tiempo, lo monjes se hicieron famosos por su habilidad de combate y muchas personas que eran perseguidas por el gobierno de China fueron al Tempo Shaolin a refugiarse. El emperador no soportó este tipo de rebeliones y mandó destruir el templo.
Según se cuenta, de esa destrucción sólo cinco monjes de alta jerarquía, pudieron escapar y continuaron enseñando en toda China diseminando los distintos estilos.
Actualmente, existen más de 300 estilos y sistemas diferentes de Kung-Fu, y éste se divide en dos categorías el tradicional y el moderno.
El Kung-Fu tradicional es aquel que se estudia con fines marciales, esto significa que no existe el ánimo de competir. Por otra parte no ocurre lo mismo con el Kung-Fu moderno llamado Whu Shu.
Así, el Whu Shu olímpico nació de la necesidad de poder posicionar las artes marciales chinas en los juegos olímpicos, siendo esta modalidad una fusión de danza, acrobacias y artes marciales tradicionales.Obviamente, son los chinos los que mejor dominan el Whu Shu moderno.
Kung-Fu es en definitiva un arte corporal, si bien es cierto que existen frases y conocimientos que se transmiten verbalmente, la verdadera habilidad se pasa de manera corporal.
Existen diversas formas de clasificación:
- Según su origen geográfico: Estilos norteños, sureños y centrales.
- Según su manera de imitar: Estilos de mono, tigre, grulla, de insectos, aves, del borracho.
- Según el tipo de fuerza utilizada: Internos y externos
- Según su modalidad de práctica: Modernos, antiguos, deportivos y tradicionales.
- Según sus antecedentes filosóficos: Taoístas, budistas y musulmanes.
Cabe aclarar que el hecho de realizar una clasificación de los estilos de Kung-Fu no es realizar encasillamientos, ya que el hecho que un estilo sea catalogado por ejemplo como “interno” no debe entenderse como que en ese estilo no existen elementos externos, sino que se lo coloca en ese estilo teniendo en consideración sus características especiales.
El Kung Fu lo puede practicar cualquier persona, desde niños hasta mayores, sin importar su constitución física ni su edad ya que existen una gran variedad de técnicas y estilos que se adaptan al practicante.
Es una disciplina especial que genera una gran cantidad y variedad de beneficios, ya que desarrolla la seguridad y la autoconfianza pues se aprenden técnicas defensivas y formas de controlar las emociones en situaciones difíciles logrando fortalecer el carácter.
La integración de ejercicios de este deporte mejora las habilidades físicas estimulando los hemisferios cerebrales por sus técnicas coordinativas y crea nuevas redes de comunicación mejorando la unidad entre la mente, el cuerpo y el espíritu.
El objetivo del entrenamiento del Kung Fu es que el practicante adquiera valor, fortaleza, psicología sana, ética elevada y mentalidad perfeccionista.