La garra, la furia, la pasión, la antologÃa, la historia, la remontada, la lucha… etc son frases o conceptos elocuentes utilizados muchas veces en el deporte de equipo para motivar y animar a los propios jugadores. De hecho, son una serie de tópicos que buscan mayormente el conseguir una subida del rendimiento fÃsico del jugador tal, que consigan superar una situación en principio contraria o complicada.
Esto lo vemos de una forma más salvaje y cruda en el fútbol, donde estos dÃas gracias al mundial de futbol, estamos viendo como muchas selecciones se arman de valor y tópicos para intentar superar a selecciones que teóricamente son más duras y fuertes que ellas mismas.
Ya hablamos de la motivación en el deporte como una idea poderosa para conseguir aumentar rendimientos, y de cómo funcionaba de maravilla en muchas circunstancias. Pero hoy nos vamos a centrar en seguir analizando el factor psicológico que se juega antes del propio partido.
Más concretamente, uno de los factores importantes a tener en cuenta y trabajar es justamente las expectativas. Muchos entrenadores juegan con ellas constantemente, las trabajan, y las tienen en cuenta: no es para menos.
Muchas veces no se trata de conseguir que tu equipo salga completamente enchufado a la pista, si no que entiendan que no deben bajar los brazos ante el otro equipo. Esto se ve muy bien cuando un equipo grande intenta darle importancia y valor al equipo rival inferior, lo hace para que sus propios jugadores no salgan pensando que está todo ganado.
En este mundial vemos muchos equipos jugando con las expectativas, e incluso entrenadores admitiendo que no tienen nada que hacer contra algunas selecciones, ya que son tan superiores que es del todo imposible.
Evidentemente es mentira, lo único que buscan es que el equipo contrario se lo crea y salga mucho más relajado al campo. Como vemos, el juego de las expectativas se puede aplicar a cualquier deporte, y jugar y conocerlas es una arma muy importante.