El agua es el principal elemento en la composción corporal, nuestros tejidos están formados por agua de un 60 a 65% y el resto por los demás elementos que incluyen proteÃnas, grasas, minerales, etc.
Con una pérdida de agua por encima del 2% del peso corporal se producen alteraciones en la capacidad termoreguladora, con la perdida del 3% ya se produce una disminución del rendimiento, y si llegáramos a perdidas superiores al 6% se producirÃa el agotamiento, coma y la muerte; de ahà la importancia para nuestro metabolismo de mantener una buena hidratación.
Para el común de las personas se recomienda una ingesta diaria de 2 a 3 litros de agua para mantener una buena hidratación celular.
Hidratación y entrenamiento
La hidratación es un componente esencial para favorecer el rendimiento deportivo, además de permitir reponer las pérdidas de fluidos y electrolitos, para que sea efectiva es necesario hidratarse adecuadamente antes, durante y después del entrenamiento.
Nuestro cuerpo requiere de un correcto balance hÃdrico y debido a que durante la ejercitación la pérdida de agua se incrementa para tratar de disipar el calor en forma de sudor, es preciso hidratarse para no reducir el rendimiento fÃsico.
Cuando falta agua, el rendimiento disminuye y peor aún, si lo que se pierde tras un largo tiempo de sudor son minerales, como el potasio y el magnesio, ya que comienza a manifestarse una debilidad muscular, fatiga y hasta calambres musculares a causa de la falta de tales minerales en el organismo.
Hasta la más mÃnima deshidratación produce cambios fisiológicos que pueden alterar el rendimiento deportivo, ya que por cada litro de agua que se pierde aumenta en 8 pulsaciones el ritmo cardÃaco por minuto y la temperatura corporal aumenta en 0.3ºC por minuto, lo cual se traduce en mayor esfuerzo, más estrés y menor rendimiento.
Como se dijo anteriormente, una pérdida de agua en un 2% del peso corporal puede significar una reducción del 20 al 30% en el rendimiento.
Por eso, es fundamental tomar agua no solo cuando se siente sed, ya que ésta suele aparecer mucho después de que se ha iniciado la deshidratación, sino que es necesario hidratarse antes, después y durante la practica de ejercicio fÃsico.
Dedicar unos pocos minutos a beber agua durante el entrenamiento, permitirán mejorar el rendimiento o por lo menos mantenerlo intacto, al mismo tiempo que se protege la salud de los músculos.