Las vértebras que forman la columna vertebral se encuentran protegidas y amortiguadas por pequeños y esponjosos discos. Cuando éstos están en buenas condiciones sólo actúan como un medio de amortiguación manteniendo además la flexibilidad de la columna.
Sin embargo, cuando por alguna razón un disco se daña cabe la posibilidad que se abulte o hasta se rompa, configurando asà una hernia de disco, hernia discal o disco desgarrado.
La hernia de disco puede ubicarse en cualquier zona de la columna vertebral, pero la mayorÃa de las veces afecta la zona baja de la espalda denominada columna lumbar.
Existen también, hernias que se producen en el cuello, siendo menos frecuentes en la parte superior de la espalda.
Nos centraremos entonces en la más común que se ubica en la parte baja de la espalda, que puede tener varias causas que la originan, como por ejemplo el desgaste del disco que se produce con el paso de los años ya que éstos se resecan y dejan de ser flexibles.
También, una lesión en la columna vertebral podrÃa causar pequeños desgarros o grietas en la capa externa dura del disco.
Cuando esto sucede, el gel que se encuentra dentro del disco puede ser forzado a salir a través de los desgarros o de las grietas de la capa externa del disco, haciendo que el disco se abulte, se rompa o se fragmente en partes.
Entre los sÃntomas más comunes se encuentran el dolor, debilidad y entumecimiento de la zona de los glúteos y en el área inferior de las piernas, conocido comúnmente como ciática.
En cambio, si no existe ningún disco herniado es factible que sólo se trate de un dolor de espalda que pasará en unos dÃas.
Para realizar un diagnóstico de hernia de disco el médico le realizará al paciente ciertas preguntas acerca de sus sÃntomas además de examinarlo. En ocasiones el profesional puede requerir que el paciente se realice algunos estudios como una resonancia magnética o tomografÃa computada para confirmar la existencia de la hernia de disco y además descartar otros problemas.
Generalmente los sÃntomas de la hernia de disco mejoran en algunas semanas o meses y para una ayuda a esa recuperación pueden tomarse ciertas medidas como:
- Hacer reposo cuando el dolor es intenso, pero no abusar ya que mucho tiempo de inactividad puede debilitar los músculos haciendo que el problema se agrave.
- Utilizar una almohadilla térmica o darse una ducha tibia de unos 20 minutos cada 2 o 3 horas.
- Realizar ejercicios especiales que el médico o fisioterapeuta pueden sugerir, para mantener los músculos de la espalda fuertes pueden ser alternativas perfectas.
El médico puede además, recetar algún tipo de medicamento para tratar los sÃntomas de la hernia de disco, que no la curarán pero disminuirán el dolor.
En la mayorÃa de los casos la hernia de disco sana por sà sola con el tiempo. Puede llevar de un mes hasta 6 meses y es poco probable que se necesite una cirugÃa.
Cuando la espalda se lesiona existen mayores posibilidades de tener problemas en esa área en el futuro, por ello deberán tomarse algunos recaudos como:
- Proteger la espalda cuando se van a levantar objetos. Por ejemplo, doblando las rodillas y recién ahà descender hasta tomar el objeto.
- Mantener siempre una buena postura tanto al estar de pie como al caminar, permaneciendo con los hombros bajos, hacia atrás y manteniendo el abdomen hacia adentro.
- Realizar ejercicio de forma habitual.
- Mantenerse en un peso saludable.
Asimismo, es esencial no forzar la columna y en caso de dolores frecuentes consultar al especialista para evitar daños mayores o que con el tiempo requiera de una cirugÃa.