Si queréis entrenaros en musculación, una de las preocupaciones principales deberÃa ser la de evitar haceros daño. Un daño ocasionado por el desgaste (tendinitis, por ejemplo) puede forzaros a dejar cualquier tipo de entrenamiento durante cuatro semanas, lo que es bastante tiempo para perder gran parte de la masa muscular que tanto tiempo ha costado adquirir.
¿Cómo evitar los daños en musculación?
La musculación daña los músculos y articulaciones (de hecho es uno de los mecanismos que producen el aumento de la masa muscular). La salvedad es que todo eso se repara y se convierte en fuerza entre cada entrenamiento, pero nunca durante el ejercicio.
Por lo tanto, si vuestra carga de trabajo supera la capacidad de recuperación, corréis el riesgo de haceros daño. Dicho de otra forma, no aumentáis la masa muscular, y entráis en una rueda de sobreentrenamiento, y después vuestro sistema inmunitario se debilita, hasta que os ponéis malos, u os causáis un daño fÃsico que puede tener consecuencias bastante graves.
Cuando los músculos están agotados, el esqueleto toma el relevo, y con el añadido del cansancio, las posibilidades de haceros daño son enormes. Además, con series largas, es fácil tener la impresión de ser capaz de todavÃa de poder hacer un poco más.
En conclusión, debemos seguir tres consejos para garantizaros que os vais a recuperar adecuadamente, evitando el haceros daño durante el entrenamiento: no entrenéis un grupo muscular hasta el extremo, más que tres veces por semana (un músculo necesita al menos 48 horas para recuperarse completamente de una sesión de entrenamiento máximo).
Tomaos una semana de recuperación después de cada ciclo de entrenamiento (aparcar toda clase de ejercicio o reducirlo a mitad). Durante las primeras semanas de entrenamiento debéis parar las series de ejercicios cuando veáis que ya estáis al lÃmite de fuerzas (al comienzo del ciclo, los músculos y las articulaciones no son tan resistentes como al final de un ciclo de entrenamiento).