Para reducir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares es un requerimiento fundamental evitar el sedentarismo y el abuso de hábitos tóxicos y llevar cabo una dieta sana.
Por supuesto, que la alimentación es fundamental en el tratamiento de este tipo de enfermedades, es por ello que debe seguirse una dieta equilibrada para no llegar al sobrepeso y a la obesidad. El consumo de tabaco es otro de los malos hábitos que hay que desterrar para siempre si queremos tener un corazón saludable.
En aquellas personas con enfermedadades cardÃacas, el ejercicio fÃsico controlado y programado ayuda a mejorar la calidad de vida sin ninguna duda. De esta forma, se puede reducir el peso corporal, aumentar el colesterol HDL o bueno, reducir los triglicéridos sanguÃneos, mejorar la circulación, favorecer el control de la tensión arterial e incrementar una sensación de bienestar.
La alimentación también juega un papel importante en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, a través de una dieta equilibrada y saludable. Se deben hacer un ajuste calórico para lograr un peso adecuado, controlar la calidad de la grasa de la alimentación y reducir la cantidad de alimentos ricos en grasa saturada (lácteos completos, carnes semigrasas y grasas, fiambres, embutidos, foie gras y patés, nata, mantequilla, reposterÃa industrial con aceites de coco o de palma).
Hay que sustituir la grasa saturada por la denominada grasa poliinsaturada, del tipo omega 3, presente en ciertos alimentos tales como pescados, aceites de semillas y frutos secos. Este tipo de grasa posee un efecto protector que disminuye la viscosidad de la sangre, el colesterol total y los triglicéridos sanguineos.
La grasa monoinsaturada, ayuda también a aumentar el buen colesterol y evitar la oxidación del colesterol malo, principal responsable de la arterosclerosis. Esta grasa se halla presente en el aceite de oliva, en el aguacate y en las nueces.
Finalmente, los alimentos ricos en antioxidantes, en hidratos de carbono y en fibra son ideales para evitar este tipo de enfermedades. No está de más decir que la reducción de la sal en las comidas y la moderación del consumo de alimentos ricos en sodio ayudará sin ninguna duda a tu corazón.