El momento en el que se inicia una dieta tiene más importancia del que parece a simple vista. De por sÃ, los inicios de una nueva etapa siempre son costosos. Elegir un momento poco propicio para hacer dieta es sumar más esfuerzo todavÃa al proceso de adelgazamiento. ¿Por qué el verano no es el mejor momento para iniciar dieta?
1. En primer lugar, el verano es una época de cambio de rutinas. Rutinas que en muchos casos, luego contrastan con el resto del año. Es preferible iniciar una dieta en el mes de septiembre, momento que representa el inicio de un nuevo ciclo. Además, tendrás tiempo por delante para asentar tus rutinas.
2. Durante el verano es más habitual comer fuera de casa. Durante este tiempo, los planes sociales aumentan, la vida de ocio adquiere mayor intensidad gracias a los reencuentros con los amigos.
En ese caso, hay que tener una gran fuerza de voluntad para decir que no a ciertos caprichos culinarios cuando ves que otras personas disfrutan de esos mismos caprichos.
3. El verano es un tiempo de descanso que representa el premio a todo el esfuerzo realizado a nivel laboral y vital durante todo el año. En ese caso, las personas que inician dieta durante el verano suman un nuevo esfuerzo a un periodo esencialmente de relax.
4. El verano es un tiempo breve pero muy intenso marcado por visitas de familiares, planes al aire libre, excursiones y también, posibles viajes. En medio de tantos cambios, puede que no sea el momento idóneo para sumar un cambio más.
5. Hacer dieta es un acto que surge de la libertad personal, es decir, cada ser humano decide cuál es su momento ideal para iniciarla de acuerdo a sus motivaciones concretas y a sus necesidades reales. Sin embargo, tener un cuerpo perfecto en verano parece una imposición social como bien nos recuerdan todos los consejos para lucir un cuerpo diez en la playa.
6. El verano es un periodo de pausa en muchos aspectos de la vida puesto que hacer una pausa también simboliza descansar. Por tanto, la toma de decisiones importantes como hacer dieta también puede posponerse hasta el mes de septiembre, momento que representa la reincorporación a la rutina, vuelve el orden de horarios, los planes sociales también se reducen… En el mes de septiembre, al igual que sucede en el mes de enero, la mente se centra en la consecusión de nuevos objetivos. Pero sin duda, cada persona encuentra su momento ideal.