El 21 de julio del 1910, un ciclista llamado Octave Lapize llegaba por primera vez al collado del Tormalet, iba tirando de su bicicleta, después de una etapa de casi 325 km de longitud, que iba de Baiona a Luishon. Era la primera vez que este collado se incluÃa dentro de la carrera ciclista más importante del mundo, que empezó sus pasos en aquel remoto año 1903.
Después de aquel dÃa, el Tour ha pasado por el Tormalet más de 74 veces, siendo una de las etapas y zonas más complicadas y duras del Tour, y en especial, todos los ciclistas que la han sufrido, argumentan que es de los esfuerzos más grandes que han tenido que hacer. De hecho, es la más mÃtica subida y posición del ciclismo internacional, donde los ciclistas han de superar sus 2.115 metros de altura e incluso pendientes de 7,4%, lo que hace de esta subida una de las más desbastadoras fÃsica y mentalmente.
En el Tormalet, podemos encontrar dos estatuas relacionadas con el ciclismo, y además, en esta edición del Tour, dos etapas pasaran por el mÃtico collado, una de ellas precisamente acabará allà mismo, aunque de hecho, en sus 100 años, solo se habÃa acabado una etapa en una única ocasión, que fue en el año 1974.
El Tour de Francia, todo y las polémicas generadas en la última década por los diferentes casos de dopaje en deportistas, continua siendo la competición por excelencia del ciclismo mundial, y la prueba más prestigiosa del mundo, de hecho, en Francia esta carrera es toda una institución, además de un revulsivo económico muy importante para todos aquellos pueblos por los que se van sucediendo las etapas.
Su final en los parques ElÃseos de ParÃs, es uno de los eventos deportivos más vistos del mundo, asà como de los más emocionantes por su color y su emotividad.