De origen vegetal, este instrumento de belleza procedente de oriente se presenta en forma de esponja o de guante de masaje para operar maravillas en la piel. Sus propiedades exfoliantes embellecen la piel, pero sobretodo el lufa actúa sobre la circulación y las zonas de acumulación de grasa.
Un instrumento de masaje
Perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, el lufa original se presenta como un pepino alargado. Las fibras utilizadas para la fabricación de ese artÃculo de baño proceden de la plata seca. Utilizado en Asia como esponja para el baño, el luffa está dotado de propiedades exfoliantes que limpian la piel con suavidad y elimina las células muertas.
Sus acciones en profundidad actúan sobre las circulación de la sangre. De esta forma la piel respira mejor y se vuelve más sedosa y aterciopelada. Cabe destacar que el luffa egipcio resiste y dura más tiempo que el luffa asiático, que se va progresivamente disolviendo al contacto con el agua.
Generalmente, el luffa se moja antes de su uso para ablandar la textura del guante o de la esponja de masaje, y se utiliza también con jabón. El masaje se efectúa en movimientos circulares sobre todo el cuerpo, comenzando por los pies, luego las piernas y el vientre. Para las nalgas, los movimientos se efectúan de forma vertical hacia arriba.
La frecuencia de uso de un luffa depende del tipo de piel, ciertas partes del cuerpo pueden ser tratadas a diario, y otras una vez a la semana.
Dos modelos de luffa
Las propiedades exfoliantes de la planta del luffa han llevado a los fabricantes de cosméticos a integrar esta fibra en la composición de sus productos. La marca Katouchka es una buena referencia de calidad en el mercado.
Efectivamente, esta marca ofrece la fibra del luffa en polvo o en escamas absorbentes o exfoliantes, en guante de baño y en diferentes formas de cuidados para el rostro y el cuerpo. Su esponja luffa es biodegradable y utiliza una excelente calidad de luffa egipcio.