El helado, lejos de lo que el imaginario colectivo cree, posee caracterÃsticas que distan mucho de perjudicar nuestro organismo. Es que estudios cientÃficos han demostrado que el helado posee propiedades como nutrientes, aminoácidos, proteÃnas y es hipocalórico, por lo tanto, se transforma en un gran aliado a la hora de hacer dieta.
En esta investigación se ha llegado a la conclusión de que el helado con base láctea posee una alta cantidad de vitamina B2, de grasa que ayuda a retrasar la absorción del azúcar, y grandes dosis de calcio que son asimilados muy fácilmente por el cuerpo.
Un ejemplo ideal para incorporar a nuestra dieta el helado es el siguiente:
Para el desayuno consumir té o café con 3 tostadas integrales. Si se quiere se puede añadir una cucharada de mermelada de frutas sin azúcar.
Para la media mañana 3 ó 4 albaricoques.
Para el almuerzo se puede optar por un helado ya sea de frutas (en este caso se puedee consumir hasta 250 gramos) o de nata, vainilla, con frutos secos o chocolate (tomar hasta 200 gramos).
Durante la merienda lo ideal es incorporar frutas como la manzana.
Y para la cena, una taza de ensalada de vegetales verdes, tres cucharadas garbanzos, una taza y media de vegetales frescos picados como tomate, cebolla y pepinillos, y media taza de atún en agua.
Esta dieta debe seguirse durante una semana. Luego es conveniente mantenerse con una dieta que combine almuerzos ricos en proteÃnas y cenas con un mayor contenido en hidratos de carbono.
Es importante tener en cuenta esto dado que si mantenemos esta dieta más tiempo del estipulado nos puede traer consecuencias que en el mejor de los casos nos harán recuperar el peso perdido y, en el peor, perder lo más importante: la salud.
Por supuesto, que en todos los casos es indispensable recurrir a un consejo médico para llevar una dieta de este tipo.