A pesar de que muchos cosméticos prometen el milagro de volver hacia atrás en el tiempo, la verdad es que ninguno es capaz todavÃa de restaurar el colágeno de la piel que ya se ha perdido, ni de regenerar la elastina de la epidermis.
Sin embargo, sà que pueden proteger la piel de los rayos solares, mantener una hidratación perfecta, estimular el crecimiento celular y luchar contra los radicales libres, que no es poco.
El envejecimiento cutáneo comienza a los 25 años. Las pieles secas envejecen más deprisa que las pieles grasas. La piel se hace más fina, secándose con la edad y, por lo tanto, se fragiliza. Una piel deshidratada por el sol es más propensa a la aparición de arrugas que una que no lo está.
Las cremas antiedad
Sus propiedades exfoliantes reducen quÃmicamente la cohesión de las células muertas, que se caen y dejan sitio para una piel nueva y mucho más tersa. Las cremas antiedad actúan quÃmicamente sobre la keratina de la piel, convirtiéndola en aminoácidos hidratantes.
La elección del cosmético
Entre las cremas a base de derivados de vitamina A, las emulsiones a base de ácidos de frutas, los alfa hidróxido ácidos y las que contienen vitamina C y E, y oligoelementos, elegiremos aquélla que se adapte mejor a nuestro tipo de piel.
En cualquier caso, todas comportan cierto riesgo de irritación (picor, enrojecimiento) sobre las pieles secas y frágiles.
Una piel normal
Las pieles normales no suelen estar sujetas a los riesgos de intolerancia del ácido de estos productos, por lo tanto cualquiera de ellos puede venir bien.
Una piel mixta o grasa
Las pieles grasas o mixtas reaccionan perfectamente a la acidez de las cremas antiedad.
Una piel seca
Con las pieles secas y sensibles se deberÃa realizar un test previo de tolerancia antes de determinarse definitivamente por una crema de un tipo o de otro.
La prevención
Gracias a un mejor conocimiento de la epidermis y de la creación de nuevos activos, las cremas antiedad son cada dÃa más eficaces. Pero, cada activo tiene una función especÃfica y no valen para todos los tipos de piel.
Los antioxidantes permiten luchar contra los radicales libres, y mejoran el relieve de la piel. En general ayudan a reparar los daños causados por la contaminación. Las cremas antiedad a base de antioxidantes se recomiendan para las pieles finas y poco densas.
No podemos olvidar que todos estos cosméticos antiedad son unos buenos aliados para disminuir eficazmente las patas de gallo y las arrugas, siempre que vayan acompañados de métodos de higiene preventiva.
Por higiene preventiva comprendemos una buena alimentación, el cuidado de la exposición solar con protección, una buena hidratación de la piel, y la ausencia de tabaco.