En su origen, se trataba de una actividad para que los amantes de la musculación se metieran en el agua. No se trataba de una deporte cardio, sino únicamente muscular. Efectivamente, es una actividad suave, puesto que no se siente casi nada en el agua. Pero cada vez más tiende a desarrollarse y a dinamizarse. Por esta razón existe una multitud de variantes.
Se añade el cardio, el refuerzo muscular, el trabajo de equilibrio, y la coordinación. Se utilizan aparatos de todo tipo: planchas, macarrones, pelotas, y guantes que hacen las veces de palmas. Estos accesorios ofrecen una mejor resistencia, y una sensación de un esfuerzo muscular más intenso.
Las sesiones de hoy en dÃa van sistemáticamente acompañadas de música, estructuradas, con material adecuado, y en función de cada nivel. Al final se consigue realizar dentro del agua lo que se suele hacer fuera de ella.
Los beneficios del aquafitness
Con el agua, el impacto es tal sobre el cuerpo que los beneficios son enormes y en diferentes niveles. De entrada es bueno para la lÃnea: el simple hecho de meterse en el agua, además del esfuerzo realizado, nos ayuda a quemas calorÃas. Por el hecho del cambio de temperatura, durante 45 minutos, el cuerpo busca a calentarse. El aquafitness también es bueno para la circulación, puesto que los pies están en el suelo. Los participantes se mueven mucho, 45 minutos sin parar.
También se trata de un ejercicio bueno para descongestionar, especialmente en las personas que tienen problemas de circulación, o que tienen las rodillas hinchadas. A nivel de los impactos, el agua nos mantiene. Todo el mundo puede evolucionar. Las articulaciones no sufre. Es un deporte de baja intensidad, relajante. A nivel de la piel, ayuda a reafirmarla, puesto que se produce un efecto masaje.
En cuanto a la cuestión del bienestar y de la moral, se trata de un trabajo colectivo, y por lo tanto lúdico. Los participantes consiguen establecer lazos de amistad entre ellos.