El deporte no es algo fijo, cada día se reinventa y aparecen nuevas modalidades deportivas, nuevos deportes, que hacen que la vida continua sin más. Algunos deportes caen en desuso, otros se hacen los nuevos reyes.
En el terreno de la gimnasia también podemos encontrar muchas nuevas formas de hacer deporte, por ejemplo, lo más usual es convertir antiguos juegos o prácticas deportivas en deportes normalizados. Por ejemplo, hoy hablaré de Gibbons, nombre con el que el creador de este deporte bautizó el deporte extremo de caminar y moverse encima de una cuerda suspendida en el aire.
Puede parecer un espectáculo de un circo, pero lejos de eso, tiene diferentes elementos que pueden resultar extremadamente interesantes. Empezando por la propia adrenalina que puede provocar el estar suspendido en el aire y ser tu cuerpo el responsable de mantener la estabilidad y no caerse al vacio. Tampoco nos pensemos que vamos a subir a unos 50 metros del suelo e ir caminando por encima de los mares, simplemente también se puede practicar a menos de 20 centímetros de altura del suelo.
Esta práctica es de hecho, un derivado del Slacklining, que consiste en realizar piruetas y balanceándose sobre una línea o cinta tensionada. Su nombre, Gibbons, proviene de la popular marca de cuerdas de nillon con las que se práctica, y es de hecho, bastante más usual de lo que parece encontrar practicantes en Europa y Estados Unidos, aunque más raro en latinoamerica, Asia o África.
Sobre la cuerda, las ejecuciones son variables, y hay que lidiar con los balanceos y oscilaciones de una cuerda tensionada pero con ganas de dar guerra, aquí es donde la habilidad técnica del deportistas se pone más en relieve, ya que debe luchar contra la propia gravedad para conseguir continuar en lo alto de la cuerda.
Con él, por tanto, podremos mejorar nuestros músculos de la parte inferior, así como brazos, y ante todo, mejorar nuestra estabilidad y los miedos de vértigo.