Higiene y depilación del torso
La depilación constituye un importante criterio de seducción tanto para mujeres como para hombres. Tener vello en algunas zonas del cuerpo, hoy en dÃa se ha convertido en algo poco estético. Si la existencia de vello en el torso, hace años era en los hombres un signo de virilidad, en la actualidad se considera un sÃntoma de poca higiene.
Con la evolución de la moda y de la tecnologÃa, muchos hombres recurren a centros de estética para desprenderse de los vellos del torso. Muchas partes del cuerpo pueden ser depiladas, como los brazos, la espalda, la zona de la ingle, y el pecho.
Para la depilación del torso existen muchos métodos, como la cuchilla, la cera, la crema depilatoria, y un sinfÃn más de técnicas más o menos eficaces. Con el fin de sentirse bien con uno mismo, basta con utilizar alguno de estos métodos.
La cuchilla de afeitar puede ser el método más socorrido para la depilación del torso. El único inconveniente es que los vellos crecen rápido y se hacen cada vez más duros. En la categorÃa de las técnicas depilatorias clásicas, está también la pinza de depilación. Esta puede ser práctica para arrancar algunos vellos, pero en el caso de un torso más poblado, puede resultar poco útil.
Métodos rápidos
Para aquellos hombres que no tienen paciencia para el uso de la pinza, existen otra serie de medios más rápidos para la depilación del pecho. Veamos las cremas depilatorias.
Es bueno saber diferenciar entre las cremas depilatorias para mujeres y las que lo son especÃficamente para hombres. La crema depilatoria es buena en el sentido de que no provoca ninguna sensación de dolor, salvo que algunas desprenden un olor bastante desagradable.
En todo caso, se pueden adoptar una serie de productos perfumados que dejan un aroma menos intenso o que son inodoros. Su resultado es muy eficaz, sobre todo para aquellos hombres que se decantan por un método rápido y cómodo a la vez.
Conviene saber que la crema depilatoria no actúa sobre la raÃz del vello, por lo que su crecimiento vuelve a aparecer a los pocos dÃas.