Los efectos negativos de una mala alimentación son en principio el claro reflejo de la vida moderna colmada de ocupaciones que lleva a muchas personas a no contar con tiempo suficiente para preparar y consumir alimentos y comidas saludables.
Así, los hábitos alimenticios se han transformado de manera negativa y de allí la tendencia a comer mal abusando sobre todo de la “comida chatarra”, dejando de consumir alimentos sanos tales como frutas y vegetales.
Conocer los efectos negativos de una mala alimentación puede ayudarnos a modificar ciertas conductas que hemos incorporado a nuestra vida diaria y reemplazarlas por otras más saludables que además pueden ayudarnos a bajar de peso y mantenernos en forma.
Un balance nutricional inadecuado, tanto por exceso como por falta de nutrientes afecta el organismo de maneras diferentes trayendo problemas de salud que con el tiempo pueden llegar a ser graves.
Otra de las consecuencias de una mala alimentación es el aumento de peso, que no solo afecta la estética sino también provoca graves consecuencias en nuestra salud como el aumento del colesterol, presión sanguínea y la acumulación de grasas que se depositan en las arterias produciendo con el tiempo inconvenientes cardiovasculares y mayores posibilidades de sufrir de diabetes.
Los nutrientes son esenciales para la salud y la falta de ellos trae como consecuencia dolencias y problemas a nivel físico. Es el caso de la falta de hierro que genera anemia o también algo que hoy suele verse muy a menudo como es la fatiga crónica y los dolores musculares a causa de un desequilibrio mineral y químico.
Muchas personas sufren de constantes problemas de sueño y cambios de carácter fruto de un descanso inadecuado y una alimentación deficiente. Los problemas de sueño pueden verse tanto en aquellos que sufren de insomnio como en otros que padecen de sueño poco profundo como consecuencia de una ingesta excesiva en la cena.
La combinación de una alimentación desequilibrada, mal descanso y fatiga es una mezcla peligrosa que siempre derivará en problemas de salud, que a menos que se resuelvan de forma inmediata pueden ser fatales.
Cuanto antes se modifiquen los hábitos alimenticios negativos y se incorporen nuevas conducta en relación a una dieta balanceada sumada a un descanso adecuado mayores son las posibilidades de tener una vida plena y evitar en el futuro sufrir de dolencias que en muchos casos son irreversibles.