Es verdad que todos hemos oído hablar de la eyaculación precoz, puesto que un 30% de los hombres la han sufrido en algún momento de su vida. Pero la eyaculación tardía es algo frecuente pero de la que pocos hombres hablan.
Ciertamente, un hombre puede consultar a su sexólogo por un problema de imposibilidad a la hora de eyacular, o por una eyaculación lenta o tardía.
Antes de nada no hay que alarmarse, pues la cuestión es encontrar la causa del problema. Puede que se deba a la culpa de algún medicamento que estemos tomando en ese momento. Ciertamente, existen sustancias, especialmente antidepresivos, que ralentizan o retrasan el reflejo de la eyaculación.
No siempre los médicos advierten de estas consecuencias, a la hora de recetar algún medicamento y por eso una buena alternativa consiste en pastillas para la erección, y de pronto nos vemos sumidos en un problema externo a nosotros mismos.
Pero, si aquí no está la causa, puede que se trate de una dificultad para la excitación, es decir que el hombre tiene problemas para llegar al grado necesario de excitación para llegar a la eyaculación.
No se trata pues de un problema “mecánico”, o químico, sino psíquico, y como tal se debe tratar.
El hombre no llega a estimularse lo suficiente a nivel erótico para llegar al clímax. Pero estamos hablando de una realidad que se puede aprender a controlar, hasta obtener el placer deseado.
Una tercera manifestación puede hallarse en la práctica de alguna postura sexual. Es decir que el hombre eyacula con normalidad, pero ante una felación o un tipo de caricia manual surge el bloqueo.
Es verdad, por tanto, que algunos hombres sufren cierta parálisis psíquica con ciertas prácticas eróticas. Esto también puede ocurrir a la hora de llegar a una eyaculación intravaginal, frenando el orgasmo de manera involuntaria.
También puede ocurrir que algunos hombres, de una cierta edad, tras haberse sometido a una operación de próstata, no tengan ningún tipo de eyaculación. Su orgasmo existe, pero no llegan a eyacular.
Este problema se llama eyaculación retrógrada, porque el esperma sale por otro conducto, volviendo hacia la vejiga.
Este cambio de funcionamiento se debe a una disfunción a nivel de los músculos de la vejiga, que bloquean el paso del esperma.
Algunas soluciones
Dejar de tomar cierto tipo de medicamentos, y reemplazarlos por otros que tengan los mismos efectos potenciadores sexuales, o bien esperar a que el tratamiento se termine.
Intentar comprenderse mejor a uno mismo, para encontrar los caminos del placer personal y los elementos que favorecen la excitación total y completa, para poder dominarla.
Trabajar los fantasmas sexuales que todos tenemos para activarlos en el momento oportuno.
Dejarse llevar en la confianza con la otra persona.
Informarse bien antes de someterse a una operación urológica, para saber cuáles son sus consecuencias, de manera a poder asumir los cambios con mayor facilidad.
Y en caso de duda, consultar siempre a un buen especialista que nos indicará el camino que debemos seguir.