En varias disciplinas como la carrera y el ciclismo, hay que desplazar el propio peso del cuerpo. Por otro lado, un exceso de peso favorece el riesgo de daños y concretamente de problemas articulares. Por lo tanto, a veces es interesante adaptar la alimentación con el fin de mantener o perder peso.
Existen también deportes basados sobre las categorÃas de pesos tales como la halterofilia, el judo, el boxeo, etcétera. Algunos gramos de más son sinónimos de cambio de categorÃa o incluso de descalificación. Por el contrario, algunos gramos de menos en el momento de pesarse hipotecan seriamente las posibilidades de una victoria.
Finalmente, muchas mujeres y jóvenes deportistas ponen su salud en peligro para conseguir tener éxito en su propia disciplina. La natación sincronizada, el baile, la gimnasia forman parte de estos deportes. La estética ocupa un lugar central en estos deportes, y muchos deportistas no comen lo suficiente con tal de permanecer delgados.
El deporte modifica el sabor
Una hipótesis que corre es que las reservas energéticas utilizadas durante el ejercicio podrÃan afectar al sabor sobre tal o cual alimento. Pero no está demostrado que el ejercicio induzca a ciertas preferencias alimenticias. A más largo plazo, la actividad fÃsica irÃa asociada a una preferencia por los glúcidos. Pero no se sabe si estos cambios están determinados por la biologÃa o por razones psicológicas. De esta forma, practicar deporte no transformarÃa demasiado los comportamientos alimenticios.
El deporte da hambre
Si habéis comenzado a practicar deporte hace poco, no hay que inquietarse si se come más, incluso los dÃas en los que no se practica una actividad fÃsica. En efecto, la práctica frecuente de un deporte conduce a un aumento del metabolismo de base. El metabolismo basal es el desgaste calórico de una persona en reposo con el fin de mantener las funciones vitales. Habitualmente representa más del 70% del desgaste energético, es decir una media de 1200 calorÃas en la mujer y de 1500 calorÃas en el hombre.
El deporte aumenta el metabolismo de base porque la actividad fÃsica aumenta la masa muscular. Los músculos necesitan de 8 a 10 veces más energÃa que la masa grasa para funcionar. Por lo tanto, se puede comer más sin engordar al mismo tiempo.
Los sedentarios que practican deporte tienen hambre
El ejercicio fÃsico juega sobre los niveles sanguÃneos de una hormona, la leptina. Se trata de una molécula producida por el tejido adiposo para indicar al cerebro que las reservas de grasas están en su nivel ideal. La leptina, una vez liberada, provoca una sensación de saciedad informando al cerebro que no hace falta comer más.
Las personas sedentarias que de repente realizan un ejercicio intenso ven cómo aumenta el apetito. Una persona sedentaria puede, por lo tanto, a causa de la leptina y de un ejercicio intenso y demasiado aislado, aumentar de peso. Por el contrario, si una persona sedentaria decide no dejar de practicar deporte, su apetito va a ir reduciéndose a lo largo de las sesiones deportivas.
En efecto, las tasas de leptina vuelven a la normalidad porque el deporte frecuente no influencia en las concentraciones de leptina. El resultado es que la leptina al no ser modificada por los esfuerzos frecuentes, invita a que todo el mundo pueda entrenarse de forma frecuente sin tener una compensación del desgaste energético.
Se ha comprobado que la L-carnitina tiene propiedades antiedad y nutritivas, y los efectos de su uso como suplemento han sido objeto de numerosas investigaciones en muchos ámbitos, como el rendimiento en el ejercicio y la pérdida de peso. En la tienda online Myprotein es fácil adquirir este producto.
El deporte ayuda a adelgazar
Contrariamente a una idea ampliamente extendida, hacer deporte no es suficiente para perder peso fácilmente. En efecto, el deporte no conlleva grandes desgastes energéticos. Un jogging a una velocidad de 8 km hora provoca un desgaste de unas 80 calorÃas por kilómetro, es decir 640 calorÃas en una hora. Para perder un kilo, es necesario correr a esa velocidad durante 12 horas y 30.
Pero a pesar de que no se puede adelgazar por sà solo haciendo deporte, una actividad fÃsica es un buen aliado para perder peso. En efecto, el ejercicio permite primeramente perder peso a corto plazo. Sin embargo, esto es difÃcil de evaluar porque el ejercicio provoca cambios corporales, y conviene prestar atención para no confundir las pérdidas de agua debidas a la deshidratación con la pérdida de peso.