Hoy en dÃa, numerosas marcas se enorgullecen de utilizar productos naturales y no agresivos para la cosmética masculina. Veamos lo que conviene saber acerca de los productos especÃficos para el cuidado de la piel del rostro de los hombres.
Una cosmética controlada
Todos los productos para el cuidado masculino, cremas, perfumes, after shave, etc. están compuestos por tres elementos de base: excipientes, aditivos y principios activos. Los excipientes son substancias sin actividad terapéutica real. Su utilización sirve para completar la preparación del producto, contribuir a su conservación y facilitar la penetración de los principios activos.
Los aditivos, naturales o sintéticos, están presentes para dar un aroma agradable al producto, asà como la espuma, y el color, de manera que sea más atractivo para el cliente. Los principios activos son los ingredientes que actúan y aportan los beneficios que sean sobre la piel.
Una cosmética natural
El cosmético natural es ante todo un cosmético que en su composición, su proceso de fabricación hasta el packaging, limita los impactos negativos sobre el entorno. Bien sea disminuyendo o suprimiendo cualquier producto quÃmico y favoreciendo los productos naturales, como los aceites esenciales, bien sea economizando las energÃas utilizadas en su fabricación.
Durante el proceso de fabricación, se mantiene el equilibrio del entorno, limitando el transporte, la utilización de agua, y los desechos. Generalmente su embalaje es reciclable.
Un producto respetuoso con el medioambiente puede contener hasta un 40% de principios activos, mientras que un producto «normal» tan sólo contiene de 1 a 2%. Otro punto importante: un producto Bio no contiene ningún tipo de aditivo.
Una cosmética regulada
Desde hace algunos años, existe una reglamentación europea que obliga a las marcas de cosméticos a detallar de manera exhaustiva todos los ingredientes que componen sus productos.
Como es difÃcil para el común de los mortales de identificar claramente las moléculas contenidas, varios fabricantes de cosméticos naturales han decidido crear su propio sello de calidad para los productos «naturales» o «Bio».
Generalmente, los productos Bio y «naturales» no han sido testados con animales. Los desechos, el transporte y el consumo de agua para su fabricación son limitados. El packaging y el embalaje suelen ser completamente reciclables.