Esta fue la pregunta de la cual partió una investigación descriptiva, transversal y cuanti-cualitativa realizada en la cátedra de Psicopatología en la universidad estatal de Bolivia.
Llegaron a la conclusión de que la población más joven es la más preocupada por su apariencia física y más del 40 % de los encuestados reconoce que no se siente satisfecho con la forma de su cuerpo, aunque casi un 60 % reconoce que está a gusto con su figura.
Cuando se les preguntó sobre qué partes de su cuerpo desean modificar, todos, sin excepción, tienen zonas plenamente identificadas que están trabajando para mejorarlas.
Las zonas del cuerpo que se quieren modificar son un tanto diferentes entre hombres y mujeres.
Ellos priorizan pectorales, abdominales, brazos, piernas y pantorrillas. En cambio ellas, cintura, glúteos, abdominales, caderas y piernas.
Con los datos obtenidos, los investigadores concluyeron que, en ambos sexos, las partes a modificar son zonas consideradas eróticas.
Cuando se les consultó sobre el tipo de ejercicio por el que optan para lograr su objetivo, figuran las máquinas de musculación, seguidos de spinning y aeróbicos.
Los hombres y mujeres consultados reconocen que la forma de su cuerpo les ha ocasionado sufrimiento a la hora de entablar relaciones sentimentales o sociales. “Soy demasiado flaco y los apodos no faltan”. “Algunas veces me siento avergonzada por mi sobrepeso”, son algunos de los testimonios planteados en el estudio aplicado a 400 personas en 98 gimnasios.
La respuesta a la pregunta inicial dio como resultado que la imagen corporal es la motivación que predomina en la asistencia de dos horas diarias durante cinco días a la semana a los gimnasios, seguida de salud, deporte y diversión.