Tras años de entrenamiento, la pasión por el entrenamiento en el gimnasio aumenta progresivamente.
Y de esta manera, no son pocos los casos en los que esa pasión se convierte en vocación por transmitir la experiencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de los años.
Muchas personas optan entonces por convertirse en monitores de sala a fin de mostrar a otras personas el arduo camino para lograr el bienestar fÃsico, y también, por qué no, para conseguir unos ingresos extras.
Por eso en este artÃculo os mostramos qué pasos debéis seguir para convertiros en buenos monitores de gimnasio.
En primer lugar debéis obtener el tÃtulo de monitor habilitado. Hay muchas asociaciones que ofrecen cursos homologados para trabajar en gimnasios.
Su duración varÃa en función del costo. Desde los más sencillos de dos fines de semana a los más complejos de varios meses.
En estos cursos se suelen mostrar las rutinas básicas, más algunos conocimientos de anatomÃa muscular, ejercicios, algunas nociones de nutrición para elaborar dietas y aspectos similares.
Todos los conocimientos que podáis adquirir en esta etapa serán fundamentales para el desarrollo de vuestra carrerera posterior como monitores.
Pensad que los clientes esperan a alguien con cierta solvencia que les guÃe por el camino que quieren emprender. Por tanto un conocimiento superficial o inadecuado puede perjudicaros a la larga en vuestra imagen de monitores.
En segundo lugar, debéis daros a conocer. Una buena manera es poner anuncios  en tablones de anuncios que os pondrá en contacto con cientos de personas interesadas en contratar vuestros servicios.
Por lo general la asociación en la que obtengáis el tÃtulo de monitor os ofrecerá entrar en una bolsa de trabajo que también podrá ayudaros.
A partir de ese momento, cualquier persona con la que habléis será una buena oportunidad para darle a conocer vuestro nuevo oficio.
En este trabajo, las relaciones personales son fundamentales. Pensad que cada vez que una persona está contenta con el monitor que le ayuda a conseguir su objetivo, no dudará en hablar maravillas acerca de vosotros a otras personas que pueden convertirse en posibles clientes.
Una vez que estéis desempeñando el puesto de monitor en un gimnasio debéis esforzaros en tres puntos fundamentales: atención, esfuerzo y formación.
La atención sobre las personas que se ponen en vuestras manos es fundamental. No hay nada peor que ir a un gimnasio en el que el monitor ni siquiera repara en tu presencia.
Relacionado con ésto está la amabilidad y la paciencia. No serán pocas las personas que en ocasiones agotarán vuestras paciencia. Pero nunca debéis perder los nervios.
El esfuerzo es imprescindible para elaborar dietas y rutinas diarias a todos vuestros clientes y modificarlas una vez que pasa cierto tiempo.
En cuanto a la formación, ni que decir tiene la importancia de actualizarse cada cierto tiempo. Cada dÃa son más las teorÃas, las propuestas las nuevas disciplinas que llegan al mundo del fitness cada año.
La gente os preguntará por ese nuevo deporte que ha salido y vosotros tendréis que saber responderle acerca de él. Eso dará una imagen realmente profesional de vosotros mismos asà como de confianza y seguridad.