La compra de una prenda de ropa interior es un paso obligado para todo hombre. Veamos los diferentes tipos de ropa interior que se pueden comprar, puesto que incluso aquí, se debe tener en cuenta el modelo que mejor se adapta a nuestras necesidades y gustos.
Existen tres tipos de ropa interior: los slips, los boxers y el calzón. Es posible que nunca os hayáis hecho la pregunta de saber qué tipo de lencería llevar. Quizás vuestro padre os hizo llevar un modelo determinado desde que eráis jóvenes; o quizás lo habéis elegido al azar. Cada tipo de modelo de ropa interior tiene sus propias particularidades que pueden ayudar a escoger el modelo ideal para vosotros. Pero no olvidéis lo más importante: elegir un determinado tipo de ropa interior tiene que venir impuesto por lo que más os guste, y con el que os sintáis más cómodos.
El slip
La principal ventaja de los slips en la sujeción. Son prácticos cuando se llevan pantalones ajustados. Si sois deportistas, os interesará llevar unos slips, al menos durante el tiempo que dura el ejercicio. Para aquéllos que están sentados en una mesa de despacho durante muchas horas, el slip también es la ropa interior más cómoda. Sin embargo, los slips dan calor. Por esta razón no son del agrado de todos los hombres. En cuanto a las mujeres, no suele ser la prenda de lencería masculina que más les gusta.
El boxer
Los boxers suelen ser los preferidos de los hombres. Suelen ser ajustados, y garantizan la sujeción, al tiempo que les gustan mucho a las mujeres, mucho más que los slips. Son agradables y cómodos para soportarlos durante todo el día. Si sois deportistas, el boxer ajustado se encargará de realzar vuestra figura.
El calzón
Se trata de la prenda de ropa interior más cómoda del mercado. Pero el calzón no ofrece ningún tipo de sujeción, y no se puede llevar con pantalones ajustados. Por esta razón, los calzones se suelen usar como “pijama” para dormir por la noche: un boxer o un slip son demasiado ajustados para dormir.
Un consejo
Elegid materiales de buena calidad. Es inútil que sacrifiquéis vuestro confort por un precio ligeramente inferior, si esto implica que el material será de menor calidad. Pensad también en renovarlos con cierta frecuencia. Y mirad bien que los elásticos no aprieten demasiado.