Un cuidado eficaz es siempre un producto preciso y bien aplicado. Por esta razón, para no equivocaros y obtener buenos resultados, veamos esta pequeña guÃa de uso de productos antiojeras. Si tenÃais la costumbre de aplicar estos cosméticos sobre toda la cara, creyendo que asà obtenÃais un resultado mejor, estabais muy equivocados.
Se debe usar la cantidad equivalente a un grano de arroz para un producto antiojeras o para el contorno de ojos, y se pone sobre la punta del Ãndice. Se deja de lado el tubo y se frota con delicadeza el cosmético con los dos Ãndices de las manos. Aplicadlo a base de suaves presiones, comenzando por la esquina interna del ojo, hasta la parte externa del ojo, siguiendo la cavidad orbital.
Este tipo de cuidados no debe convertirse en un calvario, sino en un momento de disfrute y de relax. Unas ocho o diez presiones son suficientes. Luego se debe alisar la zona hasta que el producto se haya absorbido completamente. El alisado ofrece al contorno de ojos la posibilidad de oxigenarse al máximo.
Una vez que el cuidado se ha efectuado, podéis volver a vuestras ocupaciones, puesto que el producto hará el resto del trabajo. El contorno de ojos es un lugar estratégico, y es también vuestra principal carta de presentación, puesto que es la parte del rostro que sostiene vuestra mirada, y aquello que revela en primer lugar la posibilidad de una mala higiene de vida.
El contorno de ojos es una zona muy frágil, muy sensible, cuya epidermis es unas cinco o seis veces más delgada que la del resto de la cara, y sufre las consecuencias de llevar una mala higiene de vida. Las ojeras y las bolsas son la implacable consecuencia de la falta de sueño y del abuso de alcohol o tabaco…
En otras palabras, esto se traduce por una disfunción de los capilares sanguÃneos que rodean el ojo, y de las glándulas linfáticas. Esto provoca la acumulación de pigmentos sanguÃneos en el tejido conjuntivo y la coloración de la piel debajo de los ojos.
Para atenuar los problemas circulatorios, se debe utilizar este tipo de cosméticos tanto por la mañana como por la noche, para drenar y estimular la microcirculación. De esta forma se refuerzan los pequeños capilares que están en el origen de las ojeras, al tiempo que se hidrata la superficie del contorno de ojos.