Cómo ser optimista

Cuerpo y mente interactúan de forma constante, por ello, uno de los objetivos de salud y de bienestar físico y mental más importante es ser optimista. Todo un reto al que te puedes acercar a través de estos sencillos consejos de coaching:

1. En primer lugar, el ejercicio físico aporta autoestima, bienestar, energía, vitalidad, ilusión… Las personas que realizan deporte y ejercicio físico de una forma habitual son más optimistas que aquellas que tienden al sedentarismo. Cuida también tu alimentación.

2. Rodéate de personas que son optimistas y alegres porque la fuerza que tiene el pensamiento positivo es tal que también se contagia.

Del mismo modo, cuando tengas un mal día evita quedar con una persona pesimista porque puede hundirte más todavía. Aplaza el plan para un momento en el que estés más fuerte.

3. Comparte con tus amigos frases de pensamiento positivo a través de las redes sociales. Puedes encontrar inspiración en la sabiduría de autores célebres.

4. Escribe un diario compuesto únicamente por pensamientos positivos. La  escritura es una de las herramientas más efectivas para tener más pensamientos positivos a lo largo de la jornada. Del mismo modo, también puedes crear un álbum de fotos con momentos agradables y hacer tus anotaciones a pie de foto en relación con alguna emoción agradable experimentada en ese instante.

5. Existen distintos grados de optimismo. No aspires a pasar de 0 a 100. Márcate pequeños objetivos que te ayuden a superarte a ti mismo. Celebra cada pequeño paso en tu superación personal.

6. Existen hábitos que son adecuados para ser más optimista. Por ejemplo, evita ver en exceso la televisión, escucha más música animada, disfruta del placer de la lectura, acude al cine para ver comedias divertidas…

7. Existen experiencias que son muy divertidas, por ejemplo, hacer un curso de risoterapia. Es una actividad divertida a través de la que también puedes conocer gente nueva. Conviene precisar que sumar nuevas amistades también es una fuente de optimsimo constante.

8. Queda con frecuencia con tus amigos y utiliza las redes sociales para estar en contacto con ellos porque el contacto tecnológico, bien utilizado, te ayuda a fortalecer los vínculos afectivos.

9. Recordar los momentos felices de tu infancia y adolescencia también es básico para pensar en positivo. Habla sobre estos momentos felices con tu familia y amigos para revivir esos grandes instantes que forman parte de tu vida.

10. Súmate a la filosofía del carpe diem para reducir el estrés y la ansiedad en tu vida. Deja de pensar en aquello que puede pasar mañana cuando tienes tanto por vivir hoy.

Ser optimista es sinónimo de tener una mejor calidad de vida.