Es verdad que la sociedad actual está tomando cada día mayor consciencia que para mantener un buen estado de salud es necesario mantener una dieta equilibrada y saludable.
Este equilibrio está dado por los alimentos en general y por los aditamentos que se agregan a la comida como es el caso de la sal.
Según los médicos las personas en general agregan poca cantidad de sal a la comida pero el 70% de la ingesta diaria de ella viene de productos ya preparados de antemano o es consumida fuera de casa, siendo los alimentos con mayor composición de sal los panes, lácteos y derivados, embutidos y los platos ya preparados.
El mensaje es claro y existe un consenso sobre el hecho que la sociedad debe llevar un camino de alimentación saludable, donde el consumo de sal debe reducirse para evitar por ejemplo problemas de hipertensión.
Las estadísticas muestran que el 45% de los infartos de miocardio se relacionan directamente con la hipertensión arterial causada principalmente por un consumo excesivo de sal.
Por su parte, organizaciones como Consumer alertan sobre el hecho que menor cantidad de sal es igual a menos muertes de forma prematura.
Para lograr esta meta se ha diseñado una estrategia que es la de reducir a la mitad los diez gramos de sal que se consumen diariamente. Así los 5 gramos diarios permitidos pueden integrar la dieta diaria que obviamente deberá ser equilibrada.
Pero para que ese control en el consumo de sal se refleje en una alimentación sana, es preciso tomar consciencia que el 70% de la ingesta diaria de sal es provista por los productos ya preparados y que se consumen fuera del hogar.
Asimismo y con el objeto de asegurar correctos hábitos alimentario, las etiquetas de los productos enuncian el contenido de sal en gramos.
Por otra parte, a pesar que el término “sodio” es utilizado generalmente como sinónimo, el sodio no es sal. Por ello, y para saber la cantidad exacta de sal se debe multiplicar por 2,5 los gramos que declara la etiqueta como sodio.
Así por ejemplo, si una etiqueta en un envase informa que cada 100 gramos de alimento el contenido de sodio es de 0,59% esto se traduce en que ese producto contiene 1,47 gramos de sal.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que se deben conocerse los alimentos que poseen más sal y aquellos donde el porcentaje es menor.
Los alimentos frescos y crudos no contienen sal o si la poseen el porcentaje es mínimo. De esta forma las verduras y frutas no contienen sal y la carne, pescado y huevos contienen algo de sal cuando son al natural.
Si bien al cocinarlos es necesario agregarles sal se ha comprobado científicamente que haciendo una reducción gradual de ésta el paladar termina por acostumbrarse.
Dentro de la lista de alimentos que contienen mayor cantidad de sal, salvo el pan que debe estar presente en toda dieta equilibrada, los demás alimentos como los lácteos deben ser consumidos con moderación y algunos deben limitarse la ingesta a ocasiones especiales.
Por último, cuando es necesario comer fuera de casa es deseable consumir menús bajos en sodio o solicitar que el plato pedido se cocine con poca sal o ninguna.
La premisa entonces se traduce en la reducción de 10 a 5 gramos diarios de consumo de sal para evitar la gran cantidad de muertes que son causadas por infarto y por isquema cerebral.