El Chi Kung son ejercicios energéticos que tuvieron su origen en China, con variadas versiones que según los entendidos pueden llegar a más de cinco mil variantes y el término de Chi Kung, puede traducirse como manejo de la energía.
Con una gran diversidad de estilos su origen es difícil de precisar pero de lo que si se tiene certeza es que forma parte del pensamiento chino y sus ideas principales como el Ying y el Yang, los Cinco Movimientos, los Tres Tesoros y el Tao.
Donde más puede verse plasmada la presencia del Chi Kung es en la tradicional Medicina China, en las escuelas de Taoísmo (Confucionismo y Budismo) y en las Artes Marciales.
Así la escuela taoísta adoptó el Chi Kung con la finalidad de llegar a ser inmortal (cheng-shien) por medio de la unión interna de los Tres Tesoros y con la finalidad de regresar a la fuente.
Según los taoístas, para llegar a este objetivo deben cultivarse tanto la salud como la longevidad como base para llegar a las prácticas superiores. Por esta
razón se lleva adelante un sistema llamado
Yang Sheng, que significa cultivar la vida, en él están incluidas la dieta, ejercicios, hierbas, masajes y una esmerada armonización de los quehaceres y actividades del hombre siguiendo los ritmos de la naturaleza. Podría entenderse basados en las palabras de Lao Tsé “vacía el corazón y llena el abdomen”, esta es una instrucción taoísta básica para el Chi Kung.
Dos clásicos taoístas del Chi Kung existen como principal sostén de esta disciplina son “El
clásico del elixir” y “el clásico de la paz”, en ellos el principio es que poseemos un cuerpo que es una unidad, uniendo lo físico y lo espiritual, la forma como tal está muerta siendo el espíritu el que le otorga vida física.
Al existir una armonía entre lo espiritual y lo físico todas las condiciones se dan como propicias. Si esta armonía se altera las condiciones serán perjudiciales y si no existe sustancia física el espíritu es el que se marchita y si en cambio existe sustancia el espíritu florecerá. Por ello, la armonía física es la que une lo espiritual y los físico, la enfermedad causa la separación.
Como una forma de purificar y llegar a controlar mente y emociones, la escuela confucionista usó el Chi Kung. De esta forma, las personas se convierten en mejores miembros de la sociedad en la que viven.
Confucio expresaba que para cultivar el cuerpo en necesario primero modificar la mente. Por ello, el Chi Kung fue convertido por los confucionistas en un método que le permite al hombre el poder asumir su lugar en la sociedad y cultivar el equilibrio y la imparcialidad.
La escuela budista tuvo una transformación muy profunda con la llegada del monje Tamo al templo de Shaolín, que en poco tiempo llegó a ser el centro más famoso de las Artes Marciales y la Meditación y fue el que dio origen al budismo Shang y también al conocido Kung Fu. Fue de esta forma que el Chi Kung paso a ser la práctica central del desarrollo tanto físico como espiritual.
La escuela budista desalentaba en sus comienzos el hecho de cultivar el poder personal a través de trabajos utilizando la energía interna y se cultivaba la respiración como el punto central de la concentración, en un estilo de meditación samatha (quietud) y vipassana (penetración espiritual). Estas restricciones eran aplicadas sólo a los monjes.
En la medicina los indicios que se tienen es que el Chi Kung fue evolucionando en china como una forma preventiva y también curativa para la salud. Recién a medidos del siglo XX se volvió a tener interés por las aplicaciones médicas del Chi Kung.
Se destaca en esta escuela la importancia del ejercicio físico como un medio para mantener el cuerpo equilibrado, tonificado y estimulado a través de mantener el libre flujo de la sangre y la energía a través del sistema.
El Chi Kung pone especial énfasis a los movimientos suaves, rítmicos y lentos que se sincronicen con la respiración a nivel del diafragma y que ésta sea profunda.
De esta forma la escuela médica adoptó diversas formas de ejercicios como el dao yin, el baduan yin, el juego de los cinco animales y masajes de acupresión, son sólo algunos ejemplos. Como característica particular todos ellos tienen poco uso de la mente y la visualización aunque se reconoce que debe existir tranquilidad y equilibrio emocional.
Existen dos tipos de Chi Kung médico, el preventivo y el curativo y dentro de este último se utiliza el fa-shi que es la energía curativa que el maestro sanador le transmite al paciente.
Las escuelas marciales y de meditación del Chi Kung construyeron sus prácticas sobre la idea de la energía interna y de la lucidez espiritual, luego que Tamo les enseñara a los monjes chinos a integrar ejercicio físico a sus prácticas de meditación y a los artistas marciales como debían hacer para potenciar sus destrezas físicas, cultivando el espíritu.
Desde esos tiempos las artes marciales siguieron un camino que es el de la práctica de la energía interna utilizando lo espiritual para manejarla.
La práctica del Chi Kung involucra la postura, cuerpo, respiración, ritmo energético, actitud, concentración y visualización y se produce en dos ciclos, el de nutrición (Yin) y el de control (Yang).