Los especialistas en nutrición recomiendan no saltear la cena pues se trata de una comida importante teniendo en cuenta que después existirá un ayuno prolongado mientras dormimos.
Optar siempre por una menú adecuado para la cena es importante para ayudar a tener una buena digestión, mejor calidad de sueño y también no engordar. Una cena ligera pero equilibrada y saludable es lo mejor para no sumar kilos a la figura.
Contrariamente a lo que muchas personas creen, la cena no debe ser una comida fastuosa y por ello es necesario dejar de lado los platos con mucho condimento, grasas y opciones de la denominada “comida chatarra”, sin duda algo que hará cambiar hábitos alimenticios.
Una cena ligera es lo recomendable, un plato sencillo, rápido de preparar y bajo en calorías es lo ideal. Controlando las calorías que se consumen en la cena es posible conseguir una pérdida de peso importante a pesar que el resto de los alimentos que consumimos en el día también influyen.
Si la opción es beber un vaso de leche o yogur lo mejor es que sean en sus versiones bajas en grasas. Podemos añadir cereales integrales como pan de centeno o bien un sándwich de jamón York o pavo.
Recuerda que la cena debes tomarla dos horas antes de irte a dormir, pues si lo haces solo media hora antes esto puede dificultar el descanso y también que consumas más alimentos durante el día precisamente por la falta de sueño.
La cena liviana te permite una digestión rápida por lo tanto evita las comidas muy elaboradas y consume siempre porciones pequeñas de cada plato y ten en cuenta las calorías de los alimentos que vas a consumir.
Cenas sencillas para no engordar
Cenas simples y ligeras son la solución si quieres bajar de peso o no engordar después de haber llegado a tu peso ideal. Existen preparaciones sencillas con las que podrás diseñar menús completos.
Una cena liviana puede incluir frutas, un licuado, una porción de avena. Recuerda las proporciones como por ejemplo dos porciones de cereal como por ejemplo dos tostadas de pan integral o un panqueque de harina integral o bien una taza de avena cocida.
Añade también dos piezas de fruta, puede ser melón, piña, manzana o sandía o bien una porción de ensalada de frutas a la que puedes añadir un puñado de frutos secos. Si lo prefieres con los ingredientes anteriores prepara un licuado mezclado con un poco de yogur natural.
Recuerda no abusar de los azúcares y utiliza una cucharadita de miel o estevia que es un sustituto del azúcar natural recomendado por los nutricionistas, mientras que los aderezos para un sándwich utiliza poca cantidad.
Si preparas un sándwich elige siempre embutidos magros, pavo, jamón York o pollo frío, de postre una pieza de fruta con un toque de zumo de limón y bebe por lo menos dos vasos de agua.
Si eres de las personas que tiene por costumbre cenar platos fuertes cambiar por una cena ligera puede que no te deje satisfecho, por ello puedes optar por una carne magra a la parrilla o bien una porción de pescado o pollo al horno.
Opta siempre por preparaciones con poca grasa y a pesar de que elijas una comida más elaborada para la cena recuerda cocinar todos los alimentos utilizando métodos más saludables como al horno, a la parrilla o al vapor y utilizando solo una cucharadita de aceite de oliva.
Añade a la cena una porción abundante de vegetales crudos o cocidos o bien una porción de pasta a base de harina integral o arroz con una salsa de vegetales evitando mantequilla y otras salsas con mucho contenido graso.