Que existe un riesgo de lesión en la práctica deportiva no es un secreto para nadie, pero partiendo de la base de que el riesgo cero no existe, podemos ponderar las posibilidades de acabar mal practicando deporte. Sin duda, esta ponderación, que es del todo objetiva, se vuelve más elevada cuando hablamos de deportes de extremo, básicamente, porqué se trata de modalidades más arriesgadas que las habituales de deportes convencionales.
Aun asÃ, podemos establecer una pauta, y admitir que hay dor motivos principales por los que el riesgo de accidente en los deportes extremos es más elevado: imprevisión y imprudencia.
La imprevisión hace referencia a todo el tema relacionado con los elementos que antes de la actividad podemos controlar. Por ejemplo en montaña estarÃamos hablando de todo lo relacionado con mapas y guÃas, tener bien claro el recorrido, asà como de los elementos para guiarnos una vez que estemos allÃ. De igual forma, otros elementos de la imprevisión serÃa el material, la comida, y demás condicionantes preparativos. A veces, ocurren accidentes por un mal calzado, por una mala alimentación, o porque simplemente no llevamos lo necesario en la mochila. Es también habitual pasar frÃo o calor por no tener bien preparada la ropa.
Cuando hablamos de imprudencia hacemos referencia a todo aquello que escogemos hacer sin valorar de forma objetiva las consecuencias cuando estamos en plena actividad. La más usual es escoger un camino alternativo al marcado en pro de una reducción de tiempo, lo que nunca se consigue. Pero la madre de todas las imprudencias suele repetirse siempre, y es continuar con la actividad, o incluso iniciarla, cuando las condiciones meteorológicas invitan a irnos a tomar un chocolate caliente en alguna parte. De estas imprudencias nacen el 80% de los accidentes en los deportes extremos.
Queda claro por tanto, que aunque cierto nivel de peligrosidad es del todo razonable si estamos hablando de deportes extremos o de riesgo, lo cierto es que existen muchas variables que pueden hacer reducir este riesgo a niveles muy bajos.