Una de las principales cosas que hacemos mal la mayorÃa de deportistas es nuestra gestión hÃdrica durante la práctica deportiva, o dicho en otras palabras: la forma de beber, y en especial, beber agua.
Si una cosa se aprende en deporte, es que hay que acostumbrarse a beber agua cuando no se tiene sed, y más, si pensamos que justamente la deshidratación tiene como sÃntoma inicial justamente el no tener sed.
Hay que beber el agua en pequeñas cantidades, se estima, que la capacidad de absorción del estómago es de un litro por hora, asà que todo lo demás, es peso inútil y molesto que tenemos allà abajo. Asà que es mejor hacer pequeños sorbitos, a fin de que se vaya introduciendo en nuestro organismo poco a poco, y nos dé, a la vez, sensación de frescura y de hidratación constante.
De igual forma, no bebas agua extremadamente frÃa, lo mejor es beberla alrededor de los 15 grados. Es mejor ahorrarse dolores de dientes provocados por el frÃo del agua, asà como dolores de estomago por ingerir agua caliente. Si estás en montaña y no puedes conseguirla más caliente, métela en la boca y espera, asà se calentará ligeramente.
Recuerda, que cuando la lengua se empieza a agrietar, o tienes perdida de elasticidad en la piel, o te sientes desorientado o incluso sientes mareos, es un sÃntoma claro de que necesitas beber agua, y que te estás deshidratando a ritmos agigantados.
Un poco de zumo o azucares también es muy recomendable, sobretodo después de un ejercicio prolongado. Ya que nos hará recuperar energÃas rápidamente.
Como veis, beber agua no es tan complicado, simplemente hay que seguir una serie de indicaciones de sentido común y como en todo, hacer un uso responsable.
Por último, recordar beber agua en buen estado, muchas veces no nos percatamos de las fechas de caducidad de las botellas. Es un tema del plástico, más del liquido en sÃ.