En la antigüedad el azufre era utilizado como un poderoso elemento para aliviar problemas reumáticos y también como purificador, siendo en la actualidad usado por la medicina natural con el mismo objetivo.
El azufre se comercializa en pequeñas barras de forma cilÃndrica y contienen 100% puro mineral sin ningún agregado.
Su formato permite ser aplicado con facilidad, pues se lo hace rodar sobre la piel en la zona a tratar.
Esta barritas de azufre son muy conocidas en paÃses latinoamericanos como Argentina y Uruguay donde se utilizan hace décadas, proporcionando beneficios terapéuticos excelentes.
El funcionamiento es bastante sencillo, ya que al pasarlas sobre el cuerpo absorben la electricidad estática que se genera por diversas razones, cuando absorben la electricidad crujen muchas veces y se parten en varios pedazos.
En ese momento es que se hace notable una mejora en el cuerpo, Â como es el alivio del dolor que produce una lumbalgia leve y una contractura.
En medicina alternativa son también muy utilizadas la barritas de azufre para realizar un desbloqueo de los chakras limpiando energéticamente el cuerpo antes de iniciar una sesión de Reiki.
Al hacerlas rodar sobre la zona contracturada o con dolor debe hacerse una suave presión al mismo tiempo que se la hace rodar. Se escucharán crujidos y eso significa que el azufre se encuentra absorbiendo la electricidad estática que se encuentra en la zona afectada.
Según el tipo de dolor y la zona donde se encuentra pueden partirse varias barritas de azufre, luego de ello y casi inmediatamente se notará una mejorÃa e incluso pasadas unas horas las contracturas desaparecen por completo.
El uso de las barras de azufre no posee ningún tipo de contraindicación ni efecto secundario, sin embargo pueden tomarse precauciones como el no hacer mucha presión sobre las zonas que presentan mucho dolor, no colocarlas sobre heridas abiertas ni zonas con irritaciones.
A pesar de no haber pruebas ni estudios exhaustivos hechos al respecto, muchos profesionales recomiendan que se evite su uso en personas que utilizan anticoagulantes o los llamados betabloqueantes y también en las personas que suelen utilizar parches de morfina recetados por algún tipo de enfermedad.