Cuando hablamos de diferencias entre Artes Marciales o Deportes de Combate, debemos tener en claro una serie de conceptos tanto de uno y como de otro, para no caer en una confusión relacionada con los términos y teniendo presente que las cosas que pueden ser similares, ya que son diferentes las doctrinas que sustentan las Artes Marciales de aquellas que hacen lo propio con los Deportes de Combate.
Así, las Artes Marciales tienen su origen en Oriente y aunque algunos afirmen un lugar u otro, la verdad es que no se sabe con exactitud donde realmente nacen estas artes de combate para muchos fue en India en tanto que otros afirman que ha sido en China y un tercer grupo habla de Okinawa.
Lo cierto es que el motivo por el cual surgen ha sido el de la defensa ante la opresión de los soldados que en la época tenían como misión defender a los gobernantes.
Y es en esa época histórica donde ya aparece un concepto de “defensa” que lógicamente tenía como motivo la reacción ante un “ataque”.
Estos recursos fueron puestos en práctica por los campesinos que utilizaba los sus manos, pies, piernas, codos etc. además de algunas armas creadas a partir de las herramientas usadas en el campo en esos tiempos.
Sin embargo, jamás se pensó en la utilización o implementación de estas técnicas para enfrentarse entre pares, solo realizaban prácticas de entrenamiento entre ellos como una forma de depurar sus propias técnicas y perfeccionarlas al máximo.
De esta forma y progresivamente fueron apareciendo y desarrollándose las Artes Marciales cuyas principales características eran las de una disciplina físico – mental y espiritual, donde este último aspecto era tan o más importante que las técnicas mismas.
Por otra parte, el concepto de “ofensivo” era raramente manifiesto, siendo la defensa el verdadero pilar de las Artes Marciales y además, desde las épocas más remotas de la humanidad siempre existieron actividades relacionados con el combate, que en la mayoría de los casos se llegaba a la definición con la muerte de uno de los contrincantes.
Esto se popularizó tanto como espectáculo, que llegó a no tener ningún tipo de límite o regla que pudieran atenuar los recursos de cada luchador para vencer hasta el aniquilamiento a su oponente.
Luego, con la aparición de la Olimpiadas, algunas de estas disciplinas denominadas de combate fueron adoptadas y reglamentadas en cada evento.
En los tiempos contemporáneos y hasta nuestros días, los conceptos se han ido mezclado y no por un cuestión intrínsecamente vinculada a las disciplinas, sino por los dirigentes que manejan los espectáculos de combate.
Podemos decir que aún hoy existen escuelas de Artes marciales, que no se han contaminado con el espectáculo y mantienen sus principios filosóficos prácticamente intactos.
Mientras que otras actividades, se han mezclado diversas artes marciales con deportes de combate como box o lucha greco-romana o libre, llegando a instancias como en el caso de MMA (Mixed Martial Arts) o mezcla de artes marciales que es posible considerarlas como las que más se apartan del concepto de un arte de combare tanto en lo reglamentario como lo filosófico.